El Papa: "Torturar a las personas es un pecado mortal"

Actualizado: domingo, 22 junio 2014 12:28

ROMA 22 Jun. (EUROPA PRESS) -

El Papa ha arremetido contra la tortura al tiempo que ha exigido su abolición y ha mostrado su apoyo a las víctimas y sus familias durante el rezo del Regina Coeli de este domingo, tras haber lanzado, en su viaje a Calabria de este sábado, un alegato contra la mafia y clamar que "los mafiosos no están en comunión con Dios" porque "están excomulgados".

"Torturar a las personas es un pecado mortal, es un pecado muy grave", ha exclamado con firmeza mientras ha reiterado "la firme condena a todas las formas de tortura" y ha llamado a los cristianos a "que se esfuercen para contribuir a su abolición". Además, Francisco ha recordado que el próximo 26 de junio se celebra el día internacional de la ONU por las víctimas de la tortura.

Durante su catequesis ha reflexionado sobre la eucaristía del Corpus Crhisti que tiene como objetivo "adorar el tesoro más precioso que Jesús ha dejado". Así ha explicado que el significado del "pan de vida" narrado en el pasaje del Evangelio de San Juan es que Jesús no vino al mundo para "dar algo", sino para "darse a sí mismo, su vida".

Por eso ha puesto de manifiesto que "la caridad de Cristo" cambia a las personas, las hace "capaces de amar sin medida" y ha hecho un llamamiento a "contrastar el mal con el bien, a perdonar y a compartir". El Papa ha repetido en diversas ocasiones arrancando los aplausos de los fieles que "la medida del amor de Dios es amar sin medida" y que "siguiendo a Jesús con la eucaristía" se hace "de la vida un regalo".

Además ha pedido a las miles de personas reunidas en la Plaza de San Pedro, que "amen a los que no los aman", aunque ha matizado que es una tarea difícil.

Asomado desde la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico del Vaticano, ha detallado el sentido de la comunión y cómo actúa el Espíritu Santo y esto se transforma en comportamientos propios del Evangelio. De este modo, ha explicado que la comunión representa "la fraternidad, la valentía de ser testigos cristianos, la fantasía de la caridad, la capacidad de dar esperanza a los a los abatidos y de acoger a los excluidos". "La Eucaristía hace madurar un estilo de vida cristiano", ha comentado.

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