EL PRAT DE LLOBREGAT (BARCELONA) 15 (EUROPA PRESS)
Los primeros pasajeros españoles del crucero italiano Costa Concordia siniestrado este sábado en costas italianas que han regresado a España han anunciado su intención de presentar una denuncia conjunta contra la compañía.
Así, lo han asegurado los primeros cincuenta que han aterrizado este domingo en el Aeropuerto de El Prat (Barcelona) procedentes de Roma en un vuelo de Alitalia.
Los pasajeros, la mayoría catalanes, se han reunido de forma improvisada en el aeropuerto, tanto en Barcelona como en Roma, y han comenzado a confeccionar una lista de afectados.
A la espera de reunir a todos los afectados, recopilan nombres, DNI y teléfono, según ha podido comprobar Europa Press.
En declaraciones a los medios que les esperaban a su llegada a Barcelona, han criticado que la evacuación del barco fue "muy lenta" y que algunos de ellos tuvieron que tirarse al agua para salvar la vida al ver que la embarcación se volcaba.
Una de las afectadas, Purificación Balbás, de Santander, ha relatado que ella y su marido subieron en el penúltimo bote salvavidas y ha afirmado que "la tripulación no sabía manipularlos y bajarlos al agua, hubo gente que se tiró al mar, otros se colgaron de las lámparas" y cuando pudieron salir del barco, estaba bastante hundido.
Balbás ha explicado que "primero dijeron que era un fallo técnico de los generadores, y luego fueron improvisando sobre la marcha, ya que la tripulación estaba también asustada; hubo mucha descoordinación y miedo, había gente en silla de ruedas y con bebés".
Esta afectada y su marido, Alfredo Herreros, han aterrizado en Barcelona con la misma ropa que llevaban en el momento del siniestro, cuando asistían a una cena en el crucero y "sin documentación, ni teléfono, nada", aunque pudieron llamar a la familia porque les dejaron un móvil", ha relatado Balbás.
Otro de los afectados, José Peña, de Palma de Mallorca, viajaba con un grupo de quince amigos, y ha descrito cómo se tuvo que tirar al agua "después de estar una hora y media en una sala" de la que no se podían mover, tras lo que se lanzaron "porque estaba a punto de hundirse y cada uno se fue por su lado", aunque esta mañana se han reencontrado".
Sobre la denuncia, "si hubo una negligencia, alguien tiene que cargar con su culpa", ha afirmado María José Blanco, otra de las afectadas y vecina de Berga (Barcelona), que ha agradecido la respuesta de los habitantes de la isla italiana en la que fueron acogidos en primera instancia donde les atendieron "como pudieron, con mantas, comida, también abrieron la iglesia".