MADRID, 16 Mar. (EDIZIONES) -
El capítulo de esta semana de 'El Ministerio del Tiempo' (a las 22.00 horas, en TVE) nos lleva de viaje a la corte de Isabel la Católica en 1491. El objetivo es salvar a Abraham Levi, pero no va a ser fácil: tendrán que enfrentarse a Torquemada. ¿Quiéres saber quién fue este personaje de la Edad Media española?
Crueldad y fanatismo son las dos palabras que los historiadores usan para describir a Tomás de Torquemada, nombrado Inquisidor General de Castilla en 1483. El Tribunal del Santo Ofico de la Inquisición había sido creado años antes --en 1478-- por los Reyes Católicos con un objetivo muy marcado: mantener la ortodoxia católica en sus reinos para lograr la unidad religiosa en un terreno que estaba repleto de falsos conversos, y Torquemada sería el máximo mandatario de esta institución.
EL INQUISIDOR DE RAÍCES JUDÍAS
Torquemada se adentró en la vida pública cuando ya era bastante mayor --superaba los 60 años--, lo que hace que no se conozca demasiado sobre su vida entera. Aún así, sí se sabe que procedía de una influyente familia de judíos establecida en Castilla siglos antes y que se habían convertido al Cristianismo dos generaciones atrás.
En aquella época, los hijos de muchos de los conversos acababan ingresando en el clero como demostración del compromiso con su nueva religión. Ese fue el caso del tío del Inquisidor, el cardenal, teólogo y prior de los dominicos de Valladolid Juan de Torquemada, que se encargó personalmente de la educación de su sobrino Tomás.
Nacido en Valladolid en 1420, el que sería confesor de la reina Isabel es descrito por los cronistas de la época como un hombre "inexpresivo", que vestía "sencillamente" y que era severo hasta consigo mismo. Formado como dominico en el Convento de San Pablo en Valladolid y destinado después prior del Monasterio de Santa Cruz de Segovia, su "prudencia, rectitud y santidad" hicieron que Tomás Torquemada tuviera gran influencia sobre los reyes de Castilla y Aragón, a quienes cuentan que incluso llegó a amonestar en más de una ocasión.
Como Inquisidor General, Torquemada inauguró el mayor periodo de persecución de judeoconversos en España. De hecho, de su mandato se calcula que fueron entre 2.000 y 10.000 las personas ejecutadas, según el historiador que lo cuente.
También a este personaje se le atribuye el Edicto de Granada en el que se ordenó la expulsión de todos los judíos de la corona castellano-aragonesa tras la conquista de Granada en 1492. Es precisamente este pasaje, que coincide con las mayores cotas de violencia contra esta minoría religiosa, el que fue alimentando aún más su leyenda negra a lo largo de los años.
Muerto el 16 de septiembre de 1498, su figura ha quedado unida a la idea del fanatismo religioso. Se cuenta que disfrutaba torturando y quemando a la gente, pero también que era un hombre eficiente, trabajador pulcro e imposible de sobornar. Dos caras que llevan a un mismo hombre: el que lideró una de las épocas más oscuras de nuestra historia, la de las persecuciones, juicios y ejecuciones de judeizantes y herejes en el Reino de Castilla del silo XV.