La saharaui Takbar Haddi, en huelga de hambre ante el Consulado de Marruecos en Las Palmas

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 19 May. (EUROPA PRESS) -

La saharaui Takbar Haddi, residente en Tenerife, se encuentra en huelga de hambre indefinida frente al Consulado de Marruecos en Las Palmas de Gran Canaria para exigir la entrega de los restos de su hijo, Mohamed Lamin Haidala.

Haddi también quiere denunciar, con esta huelga de hambre, lo que ha calificado de "asesinato a manos de los médicos, la policía y las autoridades marroquíes", para lo que se trasladará en la madrugada de este miércoles a Estrasburgo para intervenir en el pleno del Parlamento Europeo.

En este sentido, se indicó que su comparecencia en el Parlamento Europeo se produce por invitación del grupo parlamentario Izquierda Unitaria Europea y de la mano del eurodiputado de Podemos, formación integrada en dicho grupo, Miguel Urban, después de la visita que le realizó la secretaria general del Consejo Ciudadano de Podemos en Canarias, Meri Pita, donde realiza su huelga.

Además, durante su estancia en Estrasburgo, Takbar Haddi aprovechará para reunirse con eurodiputados, según informó Sahara Press en nota de prensa, y además participará en un acto sobre la situación en el Magreb en el que se encontrará con Talbi El Alami, portavoz de la Cámara de Diputados de Marruecos.

Por su parte, el Consulado de Marruecos en Canarias emitió el pasado sábado, 16 de mayo, un comunicado en el que "mostraba su extrañeza" por la protesta de Takbar Haddi, asegurando que las autoridades marroquíes de ocupación "le ofrecieron entregar el cuerpo de su hijo, lo que ella confirma" aunque Haddi matiza que "era con la condición de que no le realizaran la autopsia, ni se investigara, ni se castigase a los culpables de su muerte".

Takbar Haddi perdió a su hijo el 8 de febrero, después de que el 31 de enero resultara "herido de gravedad por colonos marroquíes en El Aaiún, capital del Sahara Occidental ocupada por Marruecos". Esto lo "llevó a deambular, primero, por los calabozos de la policía de ocupación y, luego, de hospital en hospital, sin recibir asistencia hasta que falleció a cientos de kilómetros, en Agadir, esperando a ser atendido".

Finalmente, Haddi también critica la situación en la que tiene que estar su familia, "vigilada, amenazada y acosada por agentes de la seguridad marroquí cada día, durante las 24 horas" desde que sucedieron los hechos. "Si muero no importa, no tengo problema. La culpa es de los médicos, de los colonos, de los policías marroquíes, de todos. Yo estaré mejor muerta porque ojalá mi hijo fuera el último, pero cada día les pegan y les vuelven a pegar, a torturar, a detener y, por eso, no me importa", concluyó.

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