La ceremonia de beatificación se celebrará en El Salvador "lo antes posible"
ROMA, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -
El arzobispo de San Salvador Oscar Romero sufrió una campaña de desprestigio por parte de "la derecha política, los embajadores salvadoreños ante la Santa Sede y algunos cardenales" que le acusaban de "estar desequilibrado" y "ser comunista", según ha reconocido el presidente del Pontificio Consejo para la Familia y postulador de la causa de beatificación, Vinzenzo Paglia. Además, ha revelado que fue el ahora Papa emérito, Benedicto XVI, quien desbloqueó el proceso de beatificación el 20 de diciembre de 2012, poco antes de anunciar su renuncia.
El Vaticano informó este martes de que el Papa Francisco ha proclamado beato a monseñor Romero, asesinado el 24 de marzo de 1980, al autorizar a la Congregación de la Causa de los Santos del Vaticano la promulgación del decreto de martirio de Romero.
Plagia ha precisado que la ceremonia de beatificación tendrá lugar en El Salvador "lo antes posible". "En el asesinato de Romero no había razones políticas, fue asesinado por razones de fe", ha sentenciado Plagia.
ERA NECESARIO UN PAPA LATINOAMERICANO
La causa para la canonización de Romero comenzó el 24 mayo de 1994 y concluyó con la presentación de los documentos requeridos por parte de la Santa Sede en noviembre de 1997, hace 14 años. En este sentido, Plagia ha señalado que "hoy no es tanto el día de mirar al pasado, sino de constatar una profecía. "Teníamos que esperar al primer papa latinoamericano para beatificar a Romero", ha sentenciado.
"En los años de Romero, llegaban kilos de cartas contra él al Vaticano, le acusaban de hacer política, de ser desequilibrado, de ser comunista", ha admitido. Durante un encuentro para explicar los detalles del proceso, Paglia ha explicado "estaba claro que había muchos que estaban en contra" pero que "al final, la verdad ha tenido su victoria".
ESTUDIO ESCRUPULOSO PARA CONVENCER
Además, ha comentado que esta causa ha sido estudiada escrupulosamente porque había justificar la beatificación por martirio con "razones robustas" que convencieran a los que "no estaban de acuerdo, o tenían prejuicios", de que se habían "equivocado". En esta línea, ha aclarado "que se tuvieron que buscar kilos de documentos a favor de Romero, que aclarasen su posición verdadera".
Sobre el proceso, Plagia ha explicado que tuvo "algunos" malentendidos con Juan Pablo II porque, a su juicio, las informaciones que llegaban en aquel momento desde El Salvador "iban todas en una dirección". No obstante, ha precisado que hubo un momento en el que el Papa polaco cambió. "En su primer viaje al Salvador cambió y quiso ir a la Catedral, esperó diez minutos porque estaba cerrada. Allí impuso sus manos sobre la tumba de Romero. Además, me ha dicho en muchas ocasiones que Romero es de la Iglesia", ha asegurado.
También ha expresado su gratitud a Karol Wojtyla por "recordar a monseñor Romero en la celebración de Nuevos Mártires durante el Jubileo del 2000, insertando su nombre, ausente en el texto, en el oremus final".
NUEVO PROCESO DE BEATIFICACIÓN
Por otro lado, ha revelado que hace tres meses se abrió el proceso de beatificación del padre Rutilio Grande, mano derecha de Monseñor Romero, en la archidiócesis de El Salvador.
Por su parte, el colaborador del postulador e historiador Roberto Morozzo Della Rocca ha explicado que hubo un "mito de Romero mesías teológico político", por el uso que se hizo de su figura después de su muerte.
Además, Morozzo Della Rocca, reconocido biógrafo de Romero, ha revelado que son falsas las famosas palabras atribuidas a Romero: "Si muero resucitaré en el pueblo salvadoreño", al tiempo que ha recordado que a Romero le propusieron venir a Roma para alejarse del peligro, pero él quiso quedarse con su pueblo.
Las Normas de la Congregación para las Causas de los Santos (Normae Servandae in Inquisitionibus ab Episcopis faciendis in Causis Sanctorum), aprobadas y ratificadas por Juan Pablo II el 7 de febrero de 1983, establecen que el proceso de beatificación puede ser completado por dos vías: por causa de virtudes heroicas, si el fiel vivió las virtudes cristianas en grado heroico, o de martirio si el fiel sufrió martirio por su fe, con recorridos procesales distintos en ambos casos.
NO ES NECESARIO UN MILAGRO
En el caso de Romero, que ha sido proclamado mártir, no se procede a la declaración de venerable y, además, no ha sido necesario aprobar un milagro. El 18 de agosto, en el avión de vuelta de su viaje apostólico a Corea del Sur, el Papa reconoció ante los periodistas que el proceso de beatificación de Romero había sido "desbloqueado" debido a que consideraba muy importante avanzar ya que el arzobispo era "un hombre de Dios".
Para la Iglesia católica, la consideración de beato constituye el tercer paso en el camino de la canonización. El primero es siervo de Dios, el segundo venerable, el tercero beato y el cuarto santo.