Actualizado 30/03/2009 23:18

Bruselas propone una estrategia común contra los ciberataques

BRUSELAS 30 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Comisión Europea ha presentado una serie de medidas con las que proteger las infraestructuras de telecomunicaciones ante el riesgo cada vez mayor de ataques cibernéticos o alteraciones en el funcionamiento de las redes, ya que considera que la vulnerabilidad de un Estado miembro puede poner en riesgo la seguridad del resto.

La comisaria de Sociedad de la Información y Medios, Vivianne Reding, ha advertido este lunes de que "no puede haber debilidad" en la ciberseguridad de la Unión Europea, ya que el buen funcionamiento de las redes de telecomunicaciones tiene una importancia "vital" tanto para la economía como para la sociedad europea.

Según datos del Ejecutivo comunitario, el 93 por ciento de las empresas de la Unión y un 51 por ciento de los europeos han utilizado Internet de manera habitual en 2007. La posibilidad de que se produzca un fallo grave en estas infraestructuras en la próxima década (ya sea por catástrofes naturales, rotura de cables submarinos, terrorismo o ciberataques) es de entre un 10 y un 20%, lo que equivale a un coste económico de 193 millones de euros.

Para ello, la Comisión propone reforzar la prevención y la resistencia de la Unión Europea de cara a este tipo de amenazas e insta a que se impliquen en este objetivo tanto empresas como administraciones públicas y ciudadanos. La prevención es la base de la estrategia común propuesta por Bruselas, mediante una mejor cooperación e intercambio de información entre los Veintisiete y la creación de una asociación público-privada para compartir buenas prácticas entre las empresas y el sector público.

Para la detección y reacción adecuada a las amenazas, la Comisión aboga por desarrollar un sistema europeo de alerta e intercambio de información. También propone que los Estados miembros refuercen su cooperación con planes nacionales y multinacionales de emergencia para atenuar y recuperarse de los problemas.

Abrir un debate a nivel europeo para fijar unas prioridades de la UE que puedan ser promovidas a escala internacional y el establecimiento de criterios para infraestructuras "clave" dentro de la UE, son otras de las propuestas.