San Isidro: el Madrid castizo

Las vistillas
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Actualizado: viernes, 10 mayo 2013 22:07

Por Sandra Martín Duque

Un año más, como cada 15 de mayo, la 'chulería madrileña' vuelve a encontrarse en las fiestas en honor a su patrón: San Isidro Labrador. La ciudad será testigo de los miles de madrileños ataviados con gorras, claveles y mantones de manila que quieren disfrutar de las costumbres más castizas de la capital, como los chotis, los botijos y el cocido.

La fiesta madrileña por excelencia comienza y termina en los días que rodean el día del Santo y está caracterizada por la verbena, ferias de artesanía o grandes espectáculos de cultura como conciertos o teatros.

Las enormes marionetas, los Gigantes y Cabezudos, dan comienzo a las fiestas citándose en el centro de Madrid donde realizan el tradicional pasacalles. Este año cuenta con invitados de honor a los Gigantones y Gigantillos de Burgos.

Con el tradicional pregón, esta vez protagonizado por el torero Alejandro Talavante, quedan inauguradas las fiestas en la conocida Plaza de la Villa.

LA PRADERA

El símbolo por excelencia de las fiestas de San Isidro Labrador es la Pradera, el parque de San Isidro. Localizada en el barrio de Carabanchel y con el río Manzanares de fondo, acoge a los miles de madrileños, algunos de ellos vestidos de chulapos o chulapas, y disfrutan del día recuperando las viejas tradiciones.

Durante el día familias o grupos de amigos se reúnen para comer, pasear, bailar chotis y disfrutar del ambiente. Además, se instalan diferentes atracciones y se realizan espectáculos para los más pequeños. La noche está amenizada con diferentes orquestas.

Los claveles, los pañuelos y los mantones de manila son los protagonistas durante toda la jornada. Otra de las costumbres es ir a por agua en la fuente que está situada en la Ermita de San Isidro ya que según la tradición popular, es milagrosa.

Los botijos son el recipiente ideal para recoger este agua y se venden en diferentes tenderetes a lo largo de todo el parque. También son famosos los 'pitos del santo' unos pequeños juguetes que al soplar emiten un sonido que recuerda a un pájaro.

ROSQUILLAS DEL SANTO

Los puestos de comidas son típicos en todo el parque donde ofrecen los entresijos y gallinejas, diferentes embutidos, bocadillos, tortilla de patatas o incluso cocido.

Las rosquillas del santo son el dulce por excelencia. Se puede elegir entre las tontas que no llevan nada, las listas con un azúcar fondant, las francesas, con almendras o las de Santa Clara, con un merengue seco.

Otro de los iconos que recuerdan a Madrid son los barquilleros, ataviados con la gorra, el clavel y el chaleco ofrecen barquillos según la suerte, ya que la ruleta que hacen sonar es la que elige la cantidad de barquillos que te ofrece.

CHOTIS Y CONCIERTOS

Los tradicionales chotis serán la banda sonora durante todas las fiestas de la capital. Los Jardines de las Vistillas, situados entre el Palacio Real y la Puerta de Toledo, son el lugar ideal para bailar apretados al son del organillo las antiguas letras castizas.

Allí tendrá lugar también el Festival de Danzas Madrileñas que reúne a diferentes asociaciones y es donde se darán cita las diferentes agrupaciones madrileñas del reconocido baile.

Además de los chotis, este año los madrileños disfrutarán de los conciertos de cantantes como Kiko Veneno, Rubén Pozo o los jóvenes grupos que participan en el concurso 'Rock Villa de Madrid'.

La Plaza Mayor también juega un papel fundamental en estas fechas donde se acogen diferentes actuaciones musicales como el espectáculo 'Noche Madrileña' realizado por La Banda Sinfónica Municipal de Madrid.

También se hará un hueco al flamenco ya que diferentes cantantes interpretarán algunas de las más conocidas canciones de Sara Montiel.

PROCESIONES Y ROMERÍAS

Desde la Real Colegiata de San Isidro se organizan diferentes procesiones entre las calles del centro de Madrid y se celebran misas y romerías en honor al santo y a Santa María de la Cabeza.

Para dar por finalizado el día de San Isidro el Parque del Retiro acoge como cada año un espectáculo de fuegos artificiales acompañados de un concierto de música clásica.