MADRID 2 Ago. (EUROPA PRESS) -
La localidad portuguesa de Castro Marim celebrará a final del mes de agosto sus 'Días Medievales', un clásico imprescindible de los veranos en el sur de Portugal.
Este año, la cita es del 28 al 31 de agosto de 2014, y en ella se vivirá un original viaje a la Edad Media en esta localidad algarvía que lleva ya diecisiete años celebrando esta fiesta para gusto de locales y turistas.
Durante cuatro intensas jornadas, el castillo de Castro Marim (del siglo XIII) volverá a recibir a reyes y reinas, caballeros con armaduras relucientes, bufones, juglares, nobles y damas.
Toda la corte desfilará ante las miradas divertidas de la multitud de visitantes que todos los años acuden puntuales a la cita para disfrutar de un sinfín de actividades que encantan a grandes y pequeños.
Torneos a pie y a caballo, espectáculos de teatro callejero, música, artesanía, gastronomía y una curiosa muestra de instrumentos de tortura, son algunas de las animaciones que se suceden en los Días Medievales y que consiguen vestir Castro Marim de una especial magia y misterio.
Uno de los platos fuertes de la fiesta es el Banquete Medieval, que reúne a cientos de comensales en el interior del castillo, deseosos de deleitarse con la comida de la época, a la misteriosa luz de las antorchas y bajo sones de guitarra clásica.
La cena era uno de los momentos clave de cualquier festejo medieval y, como tal, en Castro Marim se convierte en una gran fiesta, para el estómago (que se deleita a base de sopas aromatizadas, platos de carne y postres increíbles) y todos los sentidos, bajo el claro cielo del Algarve.
VISITA A CASTRO MARIM.
Castro Marim es una de las localidades más antiguas de Algarve y un excelente punto de partida para comenzar a descubrir el sur de Portugal y su historia.
Dominado de un lado por su castillo del siglo XIII (que más allá de sus murallas esconde la sorpresa de un segundo castillo, el velho, posiblemente de construcción musulmana) y de otro por la Fortaleza de San Sebastián, estructura defensiva del XVII en forma de estrella, Castro Marim resplandece con sus casitas blancas, sus coloridas cornisas, azoteas y chimeneas enrejilladas.