Un hallazgo español en Egipto hará revisar quién fue el padre de Tutankamón

Arqueología
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Actualizado: martes, 18 marzo 2014 15:33

MADRID 18 Mar. (EUROPA PRESS) -

Un equipo de arqueólogos españoles ha obtenido las primeras evidencias de la corregencia del faraón Amen-Hotep III, también conocido como Amenofis III, y su hijo Amen-Hotep IV, también llamado Akenatón. Ambos están considerados como posibles padres de Tutankámon. Según han explicado los responsables de esta excavación, el hallazgo provocará la revisión de la historia de la Dinastía XVIII, "una de las más importantes de la historia de Egipto".

Entre las preguntas que nacen tras este logro está la de quién es el padre de Tutankamón, cómo eran las relaciones de poder entre la familia de Amén-Hotep III y el clero y la instauración del monoteísmo en Egipto.

El arqueólogo principal de la excavación, Francisco Martín, ha explicado que en la tumba de este faraón, en la capilla de la Tumba del Visir en la necrópolis de Tebas, se ha encontrado una representación de los nombres de los dos reyes, padre e hijo, coronados al mismo tiempo, con los dos nombres del protocolo real (Hijo de Re y rey del Alto y del Bajo Egipto) en los fustes de varias columnas, en el mismo espacio y estando seguidas en hilera.

Martín ha indicado que estos datos "confirman" que ambos fueron cofaraones, al menos, durante 10 años, desde el año 30 del reinado del padre. La datación se ha realizado teniendo en cuenta que tumbas como la del visir se construían para conmemorar los años del jubileo, y el primero de ambos reyes juntos, según la historia, fue ese año 30. "Esto no quiere decir que el Amen-Hotep IV no comenzara a reinar junto a su padre antes, pero esto confirma que en ese año ya era rey", ha apuntado.

Para el arqueólogo supone el fin de un debate que, durante muchos años, han protagonizado especialistas en egiptología de todo el mundo: aquellos que defendían la corregencia larga y los que no. "Ahora toca reescribir la historia del final de la dinastía XVIII (1.450-1050 a.C.)" y modificar "centenares de libros considerados hasta la fecha clásicos e intocables", ha apuntado.

Así, ahora hay que tomar los últimos diez años del reinado de Amen-Hotep III y solaparlo con la de su hijo." Y eso implica empezar a explicar acontecimientos que sucedieron durante ese tiempo no como una etapa posterior sino como un período coetáneo", ha apuntado.

La figura de Amen-Hotep III ha sido muy importante en Egipto porque marca el comienzo de la reforma monoteísta, que completaría su hijo cuando abandona la actual Luxor y levanta Tell el-Amarna, a mitad de camino de Tebas y Menfis y dedicada al nuevo culto a Atón. Esta capilla fue destruida por Seti I en una primera etapa y por Ramsés II después, para "enterrar la memoria del faraón hereje" como se conocía a Akenatón, según han explicado los expertos.

LA SUPUESTA PATERNIDAD DE TUTANKAMÓN

Entre los temas que este logro remueve está el de quién es el padre del conocido rey Tutankamón, que se atribuye a varios faraones, entre ellos a padre e hijo.

La hipótesis sobre Amen-Hotep III se sustenta en el hallazgo de diversos nexos entre su tumba y la del rey niño, así como con la de su Gran Esposa Real, la reina Tiya, del príncipe Tumose, el primogénito de Amen-Hotep III muerto prematuramente, y de la princesa Sitamón, quien a finales del reinado ascendería como Gran Esposa Real.

El otro factor a considerar es el contexto político-religioso existente en el momento de la muerte de Tutankamón. La variedad de utensilios y pertenencias que hacían referencia a Amen-Hotep III o Tiya.

Sin embargo, también hay pistas que han hecho crecer las teorías de que Amen-Hotep IV puede ser el padre. En este caso, evidencias encontradas en los yacimientos arqueológicos de Amarna, Tebas y el Valle de los Reyes, así como estudios antropológicos, radiológicos y genéticos a 11 momias reales entre septiembre de 2007 y octubre de 2009, y entre las cuales se encontraba la de Tutankamón y ascendencia.

El equipo que dirige Martín comienza ahora en Egipto una nueva etapa del proyecto, que financia la Fundación Gaselec (Melilla), y en la que se llevará a cabo una restauración de las columnas del templo en las que un día se hallaban las inscripciones ahora encontradas y que han supuesto este gran logro para la arqueología.