MADRID, 24 Mar. (EUROPA PRESS) -
El PP trató en febrero de 2009 de pactar con el resto de grupos en el Congreso una propuesta unánime para pedir al Gobierno que dedicara el aeropuerto de Madrid-Barajas al expresidente Adolfo Suárez, una posibilidad que no llegó a fructificar pero que se recupera cinco años después, tras el fallecimiento de quien pilotó la Transición española.
La intención de los 'populares', entonces en la oposición y con Soraya Sáenz de Santamaría de portavoz, era aglutinar la firma de todos los partidos para que la iniciativa consiguiera "el mayor consenso" parlamentario posible y que pudiera ser tramitada en las Cortes a la mayor brevedad.
El entonces secretario general del Grupo Popular y hoy secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, explicó en su día a Europa Press que la idea era hacer un "recordatorio histórico como se merece" al primer presidente democrático, de modo que reflejara el "orgullo" del país hacia la figura de Suárez tanto dentro como fuera de las fronteras españolas.
COMO EL JFK Y EL CHARLES DE GAULLE.
El ejemplo, decía Ayllón, era el de otros líderes mundiales de gran prestigio que dan nombre a aeropuertos de las principales ciudades de sus países, como sucede con Charles de Gaulle en París o John Fitzgerald Kennedy (JFK) en Nueva York. La idea en este caso era renombrar Barajas como Aeropuerto Internacional Adolfo Suárez, y la familia del expresidente había dado su visto bueno.
En ese momento, portavoces de las diferentes formaciones políticas expresaron su acuerdo a la propuesta. Así, los expresidentes de la Cámara Baja Gregorio Peces Barba, Félix Pons y Manuel Marín la definieron como "una buena idea", aunque el también padre de la Constitución recordó otra idea que entonces rondaba las agendas políticas como era homenajear a Suárez poniendo su nombre a la vía de circunvalación madrileña M-30.
Por su parte, la entonces secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, aseguró que su partido compartía "totalmente" el "espíritu" de la iniciativa, si bien señaló que era necesario estudiar las consecuencias de esa decisión tanto por su coste como por el impacto en otros aeropuertos.
También desde el Gobierno de la Comunidad de Madrid y desde el Ayuntamiento de la capital, ambos gobernados por el PP, se recibió la propuesta con buen tono, si bien tanto la entonces presidenta regional, Esperanza Aguirre, como quien ocupaba la Concejalía de Economía, Miguel Ángel Villanueva, reclamaban que se mantuviera la palabra 'Madrid' en el nombre del aeropuerto.
Sin embargo, el senador del PNV Iñaki Anasagasti se preguntó por qué debía renombrarse Barajas en homenaje a Suárez y no como dedicatoria a presidentes anteriores como Niceto Alcalá Zamora o Manuel Azaña, quienes a su juicio "merecen un reconocimiento público que no se ha producido", y acusó a los 'populares' de "demagogia" por esta propuesta.
A LA SEGUNDA VA LA VENCIDA.
En cualquier caso, la iniciativa no figura en el Boletín Oficial de las Cortes de la pasada legislatura, ni fue debatida en Comisión o Pleno de la Cámara Baja, de lo que se puede deducir que finalmente nunca fue registrada por el PP.
Sin embargo, tras el fallecimiento del expresidente este domingo, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha indicado que dedicar una calle a Suárez se queda corto para la talla del personaje político que fue y del cambio que propició en el país, y ha reconocido que poner su nombre a una infraestructura "emblemática" para la capital como el aeropuerto "no le parecía mal".
Apenas unas horas más tarde, el Ministerio de Fomento ha anunciado la aprobación, a propuesta del presidente Mariano Rajoy, una orden ministerial por la que se modifica la denominación oficial del aeropuerto de Barajas, que de ahora en adelante se llamará 'Adolfo Suárez, Madrid-Barajas'.