BARCELONA 10 Feb. (EUROPA PRESS) -
El conseller de Economía y Conocimiento, Andreu Mas-Colell, ha constatado que "hubiera sido tan irresponsable optar por no invertir en Spanair en enero de 2011 como continuar haciéndolo en enero de 2012".
En comisión parlamentaria para explicar el papel desempeñado por el Gobierno catalán en Spanair tras la quiebra de la aerolínea el 27 de enero, el conseller ha explicado que si la Generalitat no pudo encontrar un socio industrial que inyectara los 150 millones de euros necesarios para que Spanair operara vuelos intercontinentales desde Barcelona es porque "dado el momento y las circunstancias, este socio no existía".
"La búsqueda fue exhaustiva, pero solo Qatar Airways y el grupo chino HNA estuvieron interesados", ha precisado Mas-Colell, quien ha concretado que la fecha límite para llegar a un acuerdo con uno de estos dos socios era inicialmente el 31 de diciembre de 2011.
El accionariado de Spanair estaba controlado en un 85,9% por Ieasa --formada por Avançsa, Volcat 2009, Iticsa, Fira de Barcelona, Catalana d'Iniciatives, Turisme de Barcelona y Cimalsa, y donde están representados el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat--, un 10,9% por SAS y un 3,2% por los trabajadores.
Asimismo, Mas-Colell ha reconocido que el Gobierno catalán era un accionista "relevante" de la compañía aérea, por lo que actuó activamente el 27 de enero intentando minimizar el impacto del cierre sobre el usuario.
NEGOCIACIONES.
Según el conseller, las negociaciones con Qatar comenzaron el 5 de septiembre de 2011 y se rompieron el 26 de enero, cuando la aerolínea árabe descartó su puja por la compañía presidida por Ferran Soriano, un hecho que, según Mas-Colell, Qatar comunicó tanto al Gobierno catalán como a Spanair.
El 7 de noviembre, Qatar firmó un memorándum de interés, un hecho que la Generalitat recibió con optimismo, y se fijó el 31 de diciembre como fecha límite para proceder a la compra de acciones de Spanair.
En noviembre se intensificaron las reuniones en Barcelona y Londres para redactar un plan de negocios y los contratos, aunque a finales de este mes Qatar mostró su preocupación por que la Unión Europea (UE) considerara las aportaciones hechas por la Generalitat a Spanair como ayudas de Estado y reclamara su devolución.
Las negociaciones quedaron encalladas y se realizó una prórroga que conllevó una inyección de diez millones para cubrir las necesidades de Spanair, y aunque se había acordado una reunión para el 12 de enero, la compañía árabe abandonó su apuesta por la aerolínea catalana el día 26.
En cuanto al grupo chino HNA --propietario de Hainan Airlines y Hong Kong Airlines--, las negociaciones se iniciaron en junio, aunque tras ver el dossier de Spanair desestimaron la operación en agosto.
La compañía china "reapareció por sorpresa" en diciembre, tras no llegar a buen puerto las negociaciones que mantenían con Air Berlín, y manifestaron un interés fuerte por Spanair, por lo que se le dio un mes para hacer su estudio, una prórroga que se podía alargar hasta febrero si HNA asumía los costes de actividad de Spanair y que ascendían a 15 millones.
HNA desestimó esta opción al constatar las dificultades para redactar un plan de negocio y manifestaron "dudas" sobre la viabilidad de la aerolínea catalana.