MADRID 27 Mar. (EUROPA PRESS) -
Rafael Sánchez-Lozano, consejero delegado de Iberia hasta este miércoles, tiene derecho al abono de una compensación por retiro por un importe de 1,16 millones de euros, según figura en el Informe de la Comisión de Retribuciones de IAG correspondiente al ejercicio 2012.
El directivo ha renunciado a su cargo al frente de la aerolínea española, que será asumido por Luis Gallego, hasta hoy consejero delegado de su filial Iberia Express, y al de miembro del consejo de administración de IAG.
Sánchez-Lozano, quien posee 103.070 acciones del grupo IAG, percibirá dicha cantidad "en el momento de su cese, sea cual sea el motivo", según la información publicada por el 'holding' resultante de la fusión Iberia-British.
Como el resto de los consejeros ejecutivos y directivos de IAG también tiene derecho a cobrar una indemnización "sustitutiva del periodo de preaviso", sujeta a un límite de 52 semanas de salario base.
Los contratos de servicios entre la sociedad y los consejeros ejecutivos y directivos "no prevén expresamente indemnizaciones en caso de rescisión del contrato, al margen de la indemnización sustitutiva del periodo de preaviso". "La única excepción es una compensación por retiro para el consejero delegado de Iberia", reza el informe.
En 2012, Sánchez-Lozano percibió 818.000 euros, un 6% menos que en 2011, de los cuales 619.000 euros correspondieron a su salario base y asignación fija, mientras que el presidente de Iberia, Antonio Vázquez, cobró 685.000 euros, un 25,6% menos.
Los dos directivos españoles asumieron voluntariamente una reducción del 25% sobre sus asignaciones fijas en diciembre de 2012.
TRES AÑOS PILOTANDO IBERIA.
El ya exconsejero delegado de Iberia, Rafael Sánchez-Lozano, se estrenó en el nuevo cargo al frente de la aerolínea española en julio de 2009, con Antonio Vázquez como presidente, y con el objetivo claro de llevar a cabo la fusión con British Airways (BA).
Sánchez-Lozano, licenciado en Derecho y en Ciencias Empresariales por ICADE, llegaba a la cúpula directiva de la aerolínea, a la que ya estuvo vinculado en 2007 como consejero en representación de Valoración y Control, sociedad vinculada a Caja Madrid.
Coincidiendo con su llegada, Iberia cerraba 2009 con 'números rojos' tras trece años consecutivos de ganancias, tendencia que ha continuado durante sus tres años al frente de la aerolínea. En 2012, Iberia registró unas pérdidas de 351 millones de euros.
En enero 2011, nació IAG, fruto de la fusión de Iberia y British Airways (BA), el tercer grupo aéreo europeo, por detrás de Lufthansa y Air France-KLM. La operación suscitó las críticas de los sindicatos de la compañía española ante las decisiones del 'holding', ya que en su opinión beneficiaban a la británica frente a los intereses de Iberia, para una fusión que se suponía entre iguales.
El 25 de marzo de 2012, Iberia lanzaba su filial de corto y medio radio, Express, para hacer frente al auge de la competencia de las 'low cost' y a la caída de la demanda nacional.
Su puesta en marcha recrudeció las relaciones entre la dirección y sus trabajadores, especialmente los pilotos, y desencadenó una huelga de 18 jornadas, con un coste económico para la compañía de 54 millones de euros.
Para solucionar el conflicto, se acudió a un proceso de mediación, que fracasó, y posteriormente a un arbitraje obligatorio, con dos laudos, recurridos por la compañía. El Tribunal Supremo todavía tiene que pronunciarse sobre el segundo laudo, que volvió a repetirse por decisión de la Audiencia Nacional para incluir a Express.
En noviembre de 2012, Iberia anunciaba un plan de reestructuración, denominado 'Plan de Transformación 2013-2015', que contemplaba 4.500 despidos, con el objetivo de devolver a la compañía a la rentabilidad, lo que provocó diez nuevos días de huelga.
Tras más de cuatro meses de largas y difíciles negociaciones, con la intervención también del SIMA, la dirección y el 93% de los sindicatos cerraban un acuerdo, tras aceptar la propuesta del mediador designado por el Gobierno, el catedrático Gregorio Tudela, para poner fin al conflicto. Este acuerdo, sobre el que todavía se negocia, ha rebajado a 3.141 los despidos en Iberia.