MADRID 12 Jun. (EUROPA PRESS) -
La directora general de Tráfico, María Seguí, ha explicado este jueves que el nuevo reglamento, que está actualmente en fase de tramitación de alegaciones, tendrá su versión final en unas semanas y, una vez aprobado, podrá entrar en vigor en un periodo de 3-4 meses.
Entre las novedades del nuevo reglamento está la posibilidad de aumentar la velocidad en algunas vías rápidas hasta los 130 km/h, siempre que se cumplan determinadas condiciones de la vía, climatológicas y de circulación que lo permitan.
También se reducirá la velocidad en algunas vías urbanas hasta los 20 o 30 km/h. Asimismo, todas las carreteras secundarias quedarán limitadas a 90 km/h. Actualmente, hay algunas vías limitadas a 100 km/h.
Tras su intervención en las jornadas 'Políticas Europeas de Movilidad Urbana: Hacia una ciudad inteligente y segura', organizadas por la DGT, Seguí ha señalado que este nuevo reglamento "dará nuevas herramientas para una mejor relación de convivencia entre peatones, ciclistas, motoristas, y vehículos", con el fin de "alcanzar sustanciales mejoras y reducir las cifras dramáticas que señalan que el 25 por ciento de los fallecidos por accidentes de tráfico lo son en el entorno urbano".
"Se trata de garantizar que esas cantidades disminuyan, cuando menos, con la misma celeridad y con la misma cantidad con la que vienen reduciéndose en zona interurbana", ha señalado en declaraciones a los medios.
Del mismo modo, la directora general de Tráfico ha señalado que este nuevo texto pondrá en relieve "las responsabilidades y derechos de todos los ciudadanos cuando, además de estar dentro de un vehículo o en una moto, están en un bicicleta o son peatones".
Precisamente, en referencia a los usuarios de bicicletas en zona urbana y si existen suficientes carril bici en las ciudades, Seguí ha señalado que el reglamento propone "reducciones dramáticas de la velocidad en el entorno urbano de manera que las bicicletas pasen a poder utilizar la calzada allá donde no hay carril bici y se haga en un entorno seguro".
En este sentido, ha explicado que la velocidad de los vehículos motorizados se reduce en el nuevo reglamento. "Hablamos de zonas peatonales de límite 20, de 30 en calles con carriles de un solo sentido, lo que tendría que tener un impacto directo, al menos, en cuanto a peatones", ha concluido.
JORNADAS DE SEGURIDAD
En la inauguración de las jornadas también han participado el subsecretario del Ministerio del Interior, Luis Aguilera y el secretario de Estado de Infraestructuras, Transportes y Vivienda del Ministerio de Fomento, Rafael Catalá, en el que también han intervenido el presidente de la Comisión Parlamentaria de Seguridad Vial y Movilidad Sostenible, Pere Macías; la jefa de División de ITS de la Comisión Europea, Claire Dépré, y el presidente de la Comisión de Seguridad y Convivencia Ciudadana de la Federación Española de Municipios y Provincias, José López.
El objetivo de este encuentro, que durará hasta este viernes, es dar a conocer por parte de las autoridades europeas de transporte las medidas de apoyo financiero que la Unión Europea otorga conjuntamente a ayuntamientos y empresas españolas que desarrollen e implementen proyectos dirigidos a transformar áreas urbanas menos desarrolladas o menos innovadoras en ciudades sostenibles, seguras e inteligentes.
Según explica la DGT, hace pocos años, las infraestructuras de las ciudades se diseñaron al servicio del vehículo a motor, visión que contrasta con el concepto de movilidad urbana que propone la Unión Europea, donde las ciudades no solo deben estar diseñadas y construidas para los ciudadanos, sino que deben ser ciudades para disfrutar y donde cada uno pueda elegir el medio de transporte que necesita dependiendo de las necesidades de cada momento.
Por ello, teniendo la vista puesta en ese modelo de ciudad, en estas jornadas los expertos presentarán medidas locales y gubernamentales de impulso a la incorporación del vehículo electrónico en la zona urbana, se harán preisiones y propuestas normativas que permitan un marco legal en España que dé cobertura a la implantación de las estrategias de movilidad urbanas que potencien la convivencia pacífica del vehículo a motor con el transporte público, las bicis o los peatones y se tratará la optimización del uso de las infraestructuras urbanas aprovechando las herramientas que ofrecen las nuevas tecnologías.
El fin es la reducción de riesgos de los usuarios vulnerables tales como escolares, peatones, ciclistas, personas mayores o con movilidad reducida. También se hablará de la posibilidad de restringir el acceso o la circulación por las vías a determinados vehículos por motivos medioambientales, tal y como se recoge en el Plan AIRE y en la reciente reforma de la Ley de Seguridad Vial, cuyo desarrollo reglamentario involucra a varias administraciones públicas.