MADRID 5 Jun. (EUROPA PRESS) -
El turismo rural toma fuerza en la Alpujarra de Granada, una de las zonas del continente europeo con mayor territorio protegido jurídicamente, tanto desde el punto de vista ambiental, como histórico-patrimonial.
Situada entre el Parque Nacional Sierra Nevada y el mar Mediterráneo esta zona formada por unos 150 pueblos cuenta con numerosas montañas escarpadas, valles, torrentes y desfiladeros, poniendo en valor a esta región que atrae cada vez mas la atención turística.
En los últimos años esta comarca han ido ganado cada vez mayor protagonismo y se ha convertido en uno de los destinos de mayor reclamo turístico de España, sobre todo el ámbito rural gracias a la amplia diversidad de recursos que posee.
El turista puede acceder en un entorno cercano a una amplia oferta de turismo cultural y monumental pero también destacan las numerosas ofertas de ocio en nieve, esquí, sol y playa, así como turismo activo y gastronómico.
Y es que la comarca de La Alpujarra abarca espacios tan bellos como el Parque Nacional de Sierra Nevada, el Conjunto Histórico del Barranco de Poqueira o el Sitio Histórico de la Alpujarra.
La actividad turística representa el 14% de PIB de la provincia de Granada, con ingresos superiores a los 2.500 millones de euros. Son 22 empresas de las 122 relacionadas con la actividad turística que hay en la provincia, las que actualmente se encuentran emplazadas en el entorno de La Alpujarra, lo que supone un 18% del total.
Además, según un estudio llevado a cabo por la consultora Deloitte, de todos los visitantes que recibió la provincia en 2013, 286.659 llegaron atraídos por la práctica de actividades de turismo activo.
El 69% de los visitantes cuentan con edades comprendidas entre los 20 y los 45 años, con un nivel formativo medio-alto y un poder adquisitivo medio-alto.
Así es un turismo relativamente joven y de calidad, que realiza un gasto muy positivo durante su estancia. No en vano, el pasado año, en plena crisis, la provincia logró los mejores resultados turísticos de su historia.
NUEVAS FORMAS DE TURISMO.
La comarca está experimentado un nuevo proceso de globalización ofreciendo la originalidad y la singularidad que exigen las nuevas formas de turismo. Así, este territorio, tradicionalmente visto como lugar de producción agraria, ahora es percibido como un rico entorno ecológico cuyas características naturales es necesario preservar.
Por ello el alojamiento rural de la comarca de La Alpujarra ha aumentado en plazas en los últimos años en todo tipo de establecimientos.
Debido a su geografía, especialmente montañosa, los pueblos se han adaptado a los desniveles, motivo por el que sus casas están escalonadas y orientadas al sur, para aprovechar el buen clima mediterráneo.
Las casas están encajadas unas en otras y construidas sobre vertientes sieno la mayor particularidad de estas construcciones su similitud con las construcciones berebere de las montañas del Magreb.
Entre los municipios más destacados de esta comarca se encuentra Lanjarón, conocida como la Puerta de la Alpujarra, lugar ideal para relajarse en sus aguas mineromedicinales. También Órgiva, de marcado sabor morisco.
El Balcón de la Alpujarra, formado por los pueblos blancos de Cañar, Soportújar y Carataunas, así como el Barranco de Poqueira, con las localidades de Pampaneira, Bubión y Capileira son también visita obligada en esta comarca.
La gastronomía en la Alpujarra destaca por sus carnes y embutidos, especialmente el jamón de Trévelez, curado al aire de la sierra lo que le otorga un sabor único, pero también por su repostería de tradición morisca entre los que destacan los huesos de santo, los roscos de Pampaneira, los soplillos, los borrachillos o los buñuelos con chocolate.