ROMA, 23 Abr. (EUROPA PRESS) - Tras convertirse en la serie en habla no inglesa más vista de la historia de Netflix, La casa de papel ha anunciado su regreso con una tercera parte que se estrenará de forma exclusiva en Netflix. Una nueva entrega que contará con la presencia estelar de Úrsula Corberó, la actriz que interpreta a la temperamental Tokio, y Álvaro Morte, el encargado de dar vida a El Profesor. Los dos actores presentaron la nueva temporada de la serie creada por Álex Pina en el evento 'See What's Next' que Netflix ha celebrado en Roma para anunciar sus novedades en los próximos meses. Abrumados todavía por el "absolutamente sorprendente" éxito internacional, Corberó y Morte sí aciertan a señalar, en una entrevista concedida a Europa Press, algunas de las claves del 'boom' que la ficción producida por Vancouver Media y Atresmedia ha tenido el países tan dispares como Argentina, Arabia Saudí, Chile, Turquía, Brasil, Francia o Italia. "Cuando la estábamos haciendo y veíamos los planos decíamos: 'Qué buena pinta tiene esto'. Pero hay otras muchísimas series que están perfectamente hechas y que son buenísimas y no han tenido ese enganche de La casa de papel", confiesa Morte que ve en ese "sentimiento de resistencia", en ese golpe al sistema que asestan El Profesor y su banda con su atraco a La Fábrica de Moneda y Timbre, la gran clave del éxito mundial de La casa de papel. La crisis, el descontento con el sistema y ese clima de creciente desconfianza en las instituciones son los puntos en común de la audiencia de muchos países. Y es precisamente en este contexto en el que las andanzas de Berlín, Tokio, Denver, Nairobi y compañía han encontrado las condiciones perfectas para convertirse en un auténtico fenómeno. "Ellos representan al pez pequeño que se enfrenta al poderoso, a esas personas que tienen concentrado casi todo el dinero del planeta, y eso llama mucho la atención del que la está viendo", apunta Morte que reconoce que en el contexto actual "es muy fácil sentirte identificado con las pasiones y motivaciones que tienen esos personajes". "No digo con su faceta de criminales pero sí con las cosas que les pasan por dentro", aclara. Pero además de ese 'puntinto' de Robin Hood que hace atractivos a estos atracadores con nombres de ciudades, Corberó va más allá y señala el gran equipo y el trabajo realizado como otro de los ingredientes clave de La casa de papel. "Yo, que soy muy romántica, también me gusta pensar que el amor que teníamos ahí, cuando rodábamos la serie, se ha plasmado y ha llegado al público. Había algo muy especial entre nosotros, una magia, un feeling especial", asegura la actriz que apunta a que "son varios factores" los que explican el 'boom' de la serie. "No creo que la clave esté en una cosa en concreto, sino que hay tres o cuatro cosas que han hecho que funcione tan bien", sentencia. Y uno de esos factores es el nuevo montaje con el que Netflix estrenó la serie fuera de España: una nueva estructura con más capítulos pero más cortos, todos de unos 50 minutos de duración, que también favoreció a su consumo internacional y la ha llevado a ser "una de las series más 'maratoneadas' en Netflix" "El hecho de que tengas un capítulo corto hace que te parezca más fácil ver el siguiente. Estás viendo un episodios y dices 'Si me pongo con el siguiente tengo 70 minutos por delante...'. No es lo mismo que digas 'Venga, que solo son 40 minutos'. Así es más fácil engancharse", señala Morte que recuerda que cuando la serie se estrenó en España de forma "convencional" en Antena 3 había que esperar una semana entre capítulo y capítulo. Algo que puede funcionar sin problemas para otras series, pero no tanto en el caso de La casa de papel ya que, sostiene el actor, "el target al que va dirigido es gente muy joven, muy conectada a redes y demás que no tienen tiempo, que van con mucha prisa como para aguantar una semana". "Recuerdo cuando presentamos la segunda temporada un tuit que decía 'Tengo muchas de que termine para verla toda del tirón'", apunta. Y de la cara a la tercera parte, los dos intérpretes reconocen que no tienen "ni idea" de lo que les espera a sus personajes y que todavía no hay guión final de la nueva temporada. "Ahora mismo yo lo único que sé es que estoy entusiasmado. No sé que está creando Álex Pina en esa maravillosa cabeza que tiene, pero ayer estuve cenado con él y solo me decía... 'verás lo que viene'. Pero no sé nada", insiste Morte justo antes de que Corberó apostille que esta tercera parte de la aclamada ficción "no está escrita". Pero las líneas maestras que seguirá La Casa de Papel en su futuro en Netflix sí están negro sobre blanco en una suerte de libro sagrado de la serie. "Hay como una 'Biblia' escrita donde están las cosas pensadas... pero no están los guiones. A mí me huele que va a ser muy guay", dice con entusiasmo la actriz barcelonesa. "Pero no sueltan prenda los tíos", zanja Morte que ya acierta a imaginar dónde estará su personaje al inicio de la nueva temporada. "El Profesor terminó en Palawan, en Filipinas, y a mí me gustaría pensar que no es un tipo ostentoso y que sigue una vida normal allí", apunta el actor que recuerda que su personaje dio el gran golpe a la Casa de la Moneda y "se hizo con todo este dinero más como un golpe al sistema que como para disfrute personal". "Él está allí tan a gusto dando clase de historia a cuatro niños filipinos mientras corretean por la playa", especula sin lanzarse a adivinar qué es lo que podría hacer que un tipo tan calmado e íntegro como su personaje volviera a delinquir. "¡Igualito que Tokio!", exclama Corberó, que se imagina a su personaje "cazando mucho, consiguiendo pescado con una lanza y siendo un poco la que trae la comida en la isla". "Me la imagino con Río, evidentemente y muy, muy salvaje. Estará en su salsa", sentencia.