Todo comenzó con una campaña de la cadena de supermercados Walmart que consistía en que los seguidores de su página de Facebook debían elegir cual de sus tiendas sería visitada por el rapero Pitbull. El mecanismo era el habitual en estos casos: la que más 'likes' tenga, será la ganadora. En tono jocoso, un periodista propuso a los participantes en el concurso de Walmart que enviaran al rapero lo más lejos posible: a un establecimiento de la cadena en Kodiak, Alaska. Y funcionó.