PARÍS, 5 Nov. (EUROPA PRESS) -
El viaje relámpago que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, hizo ayer a Chad para traer en su Airbus a las cuatro azafatas españolas y los tres periodistas franceses retenidos en el país africano por el turbio asunto de la ONG 'El Arca de Zoé', ya ha abierto una nueva polémica en Francia sobre los métodos efectistas del jefe del Ejecutivo.
Cinco meses después de que Cécilia Sarkozy aterrizara en Trípoli con el mismo avión para llevarse consigo a las enfermeras búlgaras y al médico palestino encarcelados en Libia desde hacía ocho años, la prensa y la clase política francesa se interrogan sobre el protagonismo del presidente en esta crisis, si era realmente necesario tal golpe de efecto y si no estamos ante una operación mediática más.
En Yamena, los jueces hablan de una "presión política" desmentida por el propio presidente Idriss Déby, pero lo cierto es que el procedimiento que hubiera desembocado en la puesta en libertad de los acusados sobre los que pesaban los cargos más leves hubiera llevado dos o tres días más, de haber seguido su curso normal.
El viaje 'express' de Sarkozy aceleró los trámites y permitió que, de manera perfectamente calculada, la liberación de los siete europeos coincidiera con la bajada del avión del presidente francés.
Hoy, en la prensa francesa, la portada más irónica es la de 'Liberation' que titula 'Bienvenido a Air Sarko' y dedica un editorial al asunto poniendo el acento en que el presidente francés ha quemado demasiado pronto sus cartuchos en la crisis provocada por El Arca de Zoé porque el culebrón está todavía lejos de su final. "Sarkozy ha tenido que quemar un cartucho mediático-diplomático demasiado temprano", sostiene el diario.
ÉXITO
'El golpe de efecto humanitario de Nicolas Sarkozy' es el titular de 'Le Figaro', que aborda en un editorial la perspectiva africana de la crisis. "Tras la liberación de las enfermeras búlgaras en Libia, la de los periodistas y las azafatas que salieron con el Arca de Zoé es un nuevo éxito para Sarkozy. Pero estos dos episodios obligan a reflexionar sobre nuestra política africana. Si es que tiene que haber una", dice el rotativo conservador.
'Regreso del Chad' es la frase que acompaña una gran fotografía de Sarkozy bajando la escalerilla del avión junto a los tres periodistas galos en 'Le Parisien', que habla de viaje relámpago para traer a siete detenidos e incluye una viñeta en la que ve a un Sarkozy, delante del presidente chadiano y con el avión presidencial al fondo, pronunciando la siguiente frase: "¿Cecilia? Adivina desde donde te llamo".
Desde las filas socialistas el responsable del área de internacional, Pierre Moscovici considera que, si es necesario que sea el jefe del Estado el que vaya a resolver este tipo de dificultad, "este viaje deja en mal lugar a la diplomacia francesa".
"No se puede dirigir el Estado como si fueras 'El Zorro!. El presidente de la República se comporta como si fuera el salvador y ese no es su papel. Esta teatralización permanente sorprende tanto como el hecho de que Sarkozy no haya explicado las condiciones en que ha sido posible esta aventura", sostiene por su parte el diputado socialista Jean Louis Bianco.
El jefe de la diplomacia gala, Bernard Kouchner, apartado desde el primer momento de este asunto, defendió que Sarkozy asumiera en primera persona la crisis y se desplazara a Chad. "Es su temperamento, es un hombre al que le gusta asumir riesgos. Hay que acostumbrarse", dijo.