ALMERÍA 23 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a cuatro años de prisión a un hombre de origen argelino acusado de patronear una patera en septiembre del año pasado que quedó a la deriva por falta de combustible frente a las costas de Cabo de Gata, en Almería, con 15 ocupantes en su interior, quienes además tuvieron que achicar agua durante el trayecto dado el estado precario de la embarcación.
La sentencia, consultada por Europa Press y dictada en firme tras el reconocimiento de los hechos por parte del acusado, señala que los migrantes abonaron entre 6.000 y 8.000 euros para poder ocupar un sitio en la patera, que salió desde las costas de Orán (Argelia) a primera hora de la mañana del 28 de septiembre de 2023.
El acusado reconoció que él había pilotado la patera junto con otra persona, no identificada, con la intención de enriquecerse ilícitamente y favorecer la entrada de personas en el país fuera de las vías legales, de manera que también organizó todo lo necesario para efectuar el viaje pese a no tener ni pericia ni capacitación técnica para navegar en alta mar.
De este modo, se puso a los mandos de una embarcación neumática de unos seis metros de eslora que iba equipada con un motor de 60 caballos, la cual reveló problemas de seguridad desde el principio para hacer este tipo de travesías.
Así, durante el viaje sus ocupantes tuvieron que achicar el agua manualmente debido no solo al sobrepeso que debía soportar la embarcación sino también al deterioro del casco de la misma, de proa a popa, así como a la altura de las olas.
Tras 12 horas de desplazamiento, el motor se paró por falta de gasolina, lo que hizo que la patera quedara a la deriva hasta pasada la medianoche del día siguiente a la partida, cuando fue localizada a unas 4,1 millas de la costa de Cabo de Gata por Salvamento Marítimo.
Con esta incursión, el tribunal estima que se puso en peligro la vida e integridad de todos los que viajaron a bordo "al no reunir las condiciones de seguridad mínimas para garantizar la seguridad de la vida humana en el mar, requeridas para la realización de este tipo de viajes", según recoge en su sentencia fechada el pasado 28 de mayo.
Así, destaca que además de que la embarcación no reunía las condiciones para este tipo de viaje, iba sobrecargada no solo por el número de personas que estaban a bordo, sino porque también había cuatro garrafas con entre 30 y 80 litros de gasolina, una de las cuales además se cayó durante el viaje con el riesgo de deflagración asociado.
La patera también contaba con equipos de navegación, contra incendios o radiocomunicaciones, toda vez que los ocupantes carecían de chalecos o balsas salvavidas, de víveres ni de cohetes o bengalas con las que poder señalar su posición en un momento de emergencia.
En última instancia, la falta de seguridad en la navegación se vio agravada por las características concretas del tráfico en la zona, por la que discurrieron 74 buques mercantes durante el tiempo que duró la travesía antes de que los migrantes fueran rescatados.