ALMERÍA 2 May. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la pena de dos años y diez meses de prisión impuesta a un hombre que durante 15 años maltrató a su esposa y que poco antes de que ella pusiera fin a la relación la golpeó y la intentó violar.
El Alto Tribunal desestima el recurso de casación interpuesto por la defensa del acusado y confirma en todos su extremos la sentencia de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería.
El fallo, al que ha tenido acceso Europa Press, remarca la "veracidad" del testimonio que la víctima prestó en el acto de juicio "por su seguridad con la que contestó y con por los detalles que ofreció" al tiempo que destaca que el informe de los forenses identificó en ella "actos de dominio en su cuatro fases: desvaloración, control, aislamiento y mantenimiento".
El Supremo alude, asimismo, a los síntomas ansioso-depresivos y de estrés postraumático que se detectaron en la mujer, quien narró como su exmarido "siempre la insultaba, le daba bofetadas, la trataba mal y con desprecio" hasta hacer que le tuviese "miedo", y al hecho de que precisase seguimiento facultativo.
Añade que el acusado reconoció en instrucción que le decía que cuando "iba a salir a la calle era para prostituirse" y que relató que ella "se enfadaba cuando le decía que él era el marido, el que mandaba en casa y que no le gustaba que saliese a la calle salvo para llevar a los hijos al colegio".
Con respecto a la cuantía de la pena de dos años impuesta por el delito de violencia habitual, el TS lo considera acorde con "la duración de la conducta objeto de reproche, el contenido vejatorio e intimidatorio de las expresiones utilizadas, el empleo de violencia física, el estado de temor creado en la víctima y el hecho de que tuviera que someterse a tratamiento psicológico".
Según recogió como hechos probados el tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería, el procesado, en los últimos años de convivencia, se dirigía "prácticamente a diario" a su esposa en el domicilio conyugal con expresiones como "puta", "perra, cuando sales a la calle es para prostituirte", o "te voy la dar una paliza hasta la muerte".
Pocos días antes de que finalizase el matrimonio, quiso mantener relaciones sexuales pero como ella negó, la abofeteó e intentó violarla, "desistiendo finalmente de sus pretensiones ante la resistencia y oposición de la misma".
La Audiencia le condenó, al margen de que como autor de un delito de violencia habitual sobre la mujer, como autor de un delito de malos tratos por el que le impuso la pena de diez meses de prisión. Además, no podrá ni comunicarse ni acercarse a la víctima a menos de 300 metros por un periodo de siete años y deberá indemnizarla con 6.000 euros.