ALMERÍA 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
El juez de Menores de Almería ha ordenado imponer medidas cautelares de libertad vigilada y orden de alejamiento de 500 metros a los tres adolescentes detenidos el miércoles por presionar presuntamente a dos de los investigados por el incendio mortal en una cueva del paraje de La Molineta, en el barrio de Los Ángeles, para que cambiasen su declaración con respecto a los hechos.
Fuentes del caso han indicado a Europa Press que el juez se ha avenido a la petición de la fiscal de Menores, que les atribuye, en estas nuevas diligencias a margen de la causa que se sigue por homicidio y omisión del deber de socorro con cinco menores implicados, la supuesta comisión de delitos de amenazas y de obstrucción a la justicia.
Por otro lado, el Juzgado de Instrucción 1 de Almería ha acordado libertad con cargos para el joven de 19 años que fue detenido por la Policía Nacional por estos mismos hechos, con la obligación de comparecer los días 1 y 15 de cada mes. La juez, en funciones de guardia, ha enviado la causa a reparto para que se designe juzgado instructor, según han informado fuentes judiciales.
Por el incendio registrado en la cueva de La Molineta el pasado día 3 y que acabó con la vida de dos chicas de 12 y 15 años y de un joven de 21 años, se detuvo inicialmente a cinco menores, de los que dos permanecen en la actualidad en internamiento provisional en régimen cerrado acusados de homicidio y omisión del deber de socorro ya que se culpan mutuamente de ser los autores materiales del fuego que, según los datos preliminares, se originó en un sofá.
En concreto, se decretó esta medida cautelar de internamiento para el adolescente de 17 años que fue detenido a las pocas horas del suceso por agentes del Cuerpo Nacional de Policía y para un segundo menor al que acusa el primero y que fue arrestado junto a su hermano un día después del suceso, cuando acudieron a la Comisaría Provincial para prestar testimonio sobre lo acaecido.
En esta causa principal, bajo secreto de sumario, están investigados, al margen de los privados de libertad, otros tres menores por su presunta implicación en los hechos y para los que se acordó imponer la medida cautelar de libertad vigilada.
La Fiscalía de Menores también tomó declaración hace dos semanas en calidad de testigo al joven que logró escapar de la cueva y salvó su vida antes de que las llamas convirtiesen la cavidad de no más de tres metros de profundidad en una trampa mortal. Su testimonio se ha considerado clave en la investigación para conocer si hubo o no intencionalidad y determinar si se trata de una imprudencia o de un delito bien culposo o bien doloso de homicidio.
Por otro lado, también podría ser "determinante" el informe pericial sobre las circunstancias en las que se produjo el incendio ya que se ha puso sobre la mesa durante la primera ronda de exploraciones la "posible existencia" de "deflagraciones" que habrían ocasionado que las "llamas se avivasen y el fuego se volviese incontrolable" y cuyo origen podría estar en la presencia de sprays entre la basura y los enseres que se acumulaban en las inmediaciones de la cueva.
INVESTIGACIÓN
La Policía Nacional indicó en un primer momento que el único detenido pocas horas después del suceso habría sido el autor material del incendio de un sofá ubicado a la entrada de la cavidad, frecuentada por una pandilla de amigos y conocidos como lugar en el que pasar el rato y en el que había diversos objetos de gran volumen que ardieron rápidamente.
La cueva ubicada bajo una pendiente en una oquedad de un cerro había sido acondicionada mediante grandes planchas de metal que, a la postre, impidieron la salida a las víctimas del siniestro una vez que las llamas se propagaron entre los matorrales y enseres, con lo que los jóvenes se vieron atrapados por la propia roca.
La Policía Nacional trasladó, asimismo, que, de la versión ofrecida por el adolescente, se desprendía que él mismo habría prendido fuego al sofá con un mechero u objeto similar, si bien habría intentado sofocarlo posteriormente aunque "se le fue de las manos", por lo que ni él ni otros menores y jóvenes que se encontraban en el lugar pudieron impedir el avance del fuego ni facilitar la salida de las víctimas. Únicamente hubo un cuarto joven que consiguió salir de la oquedad antes de que el fuego se extendiera.
Al hilo de esto, los investigadores señalaron que en el exterior de la cueva en la que murieron las dos chicas menores y el joven "semicarbonizados" por el incendio había varios niños que "se culpaban unos a otros" de lo sucedido. Por el momento, no se han esclarecido las causas por las que decidió incendiar el sofá aunque, en cualquier caso, la investigación apunta a que no tenía por objetivo dar muerte a las víctimas.