Díaz confía en que el Gobierno solucione sequía en Almería y Junta "arrimará el hombro"

ALMERÍA 4 Nov. (EUROPA PRESS) -

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha manifestado su confianza en que el nuevo Gobierno, a través del Ministerio de Medio Ambiente, "ponga sobre la mesa" la situación en la que se encuentran los acuíferos de la comarca de Los Vélez, para "emitir informes" y alcanzar "una solución" a los problemas de sequía en la zona.

En declaraciones a los periodistas tras mantener un encuentro con el sector hortofrutícola almeriense, Díaz ha adelantado que "una vez que conozcamos la situación" el Gobierno andaluz "arrimará el hombro y atenderemos la demanda" que necesite la zona.

Asimismo, ha instado al Gobierno a "poner en marcha" las desaladoras que aún no lo estén y establecer un precio "justo" por ese agua para que Almería y Andalucía estén "al mismo nivel" que otras comunidades autónomas donde, ha dicho, "sí tienen eso". El agua "es vida y capacidad para producir en el campo andaluz", ha definido.

En cuanto a la energía necesaria para el sector, ha dicho, que una de las "defensas que hago" es "que se pague por la energía que se consume" y que "se faciliten instrumentos" al alcance de los agricultores. "Solo si el campo es atractivo y el precio es justo" permitirá que existan "salarios dignos" y, por tanto, que "la calidad de vida" de quienes trabajen en el campo "sea rentable" invitando a que los jóvenes "quieran trabajar" en él.

La presidenta andaluza ha analizado con el sector la futura Ley de Agricultura y Ganadería, cuyo anteproyecto ya ha sido aprobado por el Gobierno y que, entre otros aspectos pondrá instrumentos en manos de la Junta para "combatir las malas prácticas, como las ventas a pérdidas" y "potenciará" la incorporación de jóvenes a las explotaciones agrarias, con "empleo digno y de calidad" y contempla la creación de un consejo asesor para abordar con las organizaciones agrarias los problemas del sector en el que se incluye el Ministerio de Industria.

Para Díaz, es una ley "importante", que "reconoce" las dificultades del sector agroalimentario y que "sabe de la necesidad" de articular instrumentos para "impedir la competencia desleal, fomentar precios justos y ayudar a las empresas a ganar tamaño y mercados".