ALMERÍA 4 May. (EUROPA PRESS) -
La Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA-CSIC) ha solicitado a las distintas autoridades una ordenación del territorio que regule los distintos usos del suelo, en particular la instalación de grandes plantas energéticas (plantas solares), ante el despliegue de instalaciones en el campo de Tabernas, donde según sus cálculos ya hay más de 2.900 hectáreas ocupadas considerando las ya construidas y las que se encuentran en fase de tramitación.
La entidad ha pedido a través de un manifiesto suscrito por 17 miembros del claustro científico de la EEZA que considere desde un punto de vista socioeconómico y ecológico las plantas de mediano tamaño como "más beneficiosas y sostenibles que las grandes" de cara a una ordenación del territorio que "preserve y revalorice" los valores naturales y culturales del terreno en el que se asientan.
Con ello, han reclamado la "paralización" de autorizaciones a proyectos de plantas solares en curso "hasta que se realice la citada ordenación", toda vez que se han puesto a disposición de las autoridades ambientales para lograr la "adecuada resolución de problemas de conservación y manejo de organismos y medios naturales en los ambientes áridos y semiáridos" de Almería, especialmente, los del campo de Tabernas.
La importancia del Campo de Tabernas radica en numerosos valores, como su alta biodiversidad, su papel ecológico, su geomorfología y paisaje, su riqueza etnológica y arqueológica o su valor científico. Es por ello que la EEZA trabaja desde hace más de 30 años en áreas experimentales de esta zona al igual que otros organismos académicos y científicos nacionales e internacionales, según han recordado.
"Estos valores hacen del Campo de Tabernas un territorio clave desde muy diversos puntos de vista", han incidido antes de recordar que se trata de una "comarca frágil y especialmente sensible, en el actual contexto de cambio climático, a las alteraciones de origen antrópico".
Así, el Campo de Tabernas ha pasado en las últimas décadas "de ser un territorio en el que la ganadería extensiva, la agricultura tradicional y la extracción de yeso, eran los pilares económicos fundamentales a ser un territorio en el que compiten una amplia gama de usos intensivos" que "introducen niveles significativos de fragmentación".
Estos usos, "aunque puedan ser muy rentables en el corto plazo, ponen en peligro sus recursos naturales a medio plazo, por la alteración de la geomorfología, la vegetación, la depauperación de la biodiversidad y el agotamiento de los acuíferos, perdiéndose así opciones de futuro, en particular el interés turístico del lugar, y provocando la desertificación del territorio", según han manifestado.
(EUROPA PRESS)