ALMERÍA 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
La coordinadora provincial del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Francisca Serrano, ha condenado este miércoles la explotación sexual sufrida por una menor de 13 años de edad, quien ejercía la prostitución para mantener a su hermano de nueve años y adquirir alimentos, alcohol y tabaco para su progenitora, a la que se ha impuesto una orden de alejamiento de los pequeños y se investiga por un delito de abandono de menores y otro relativo a la prostitución.
"La trata y la prostitución van de la mano y no podemos mirar hacia otro lado", ha señalado la coordinadora, quien ha lamentado esta situación que sufren "miles de mujeres" en la provincia y que se recrudece en el caso de menores, por lo que ha insistido en que es necesario hacer hincapié en "la formación y la sensibilización" para "detectar" estas situaciones y atajarlas.
Serrano, quien ha alabado la actuación de la Junta en la retirada de la custodia de los menores a la madre de las víctimas, ha criticado también la conducta de quienes acuden a la prostitución. "No son hombres de otro planeta, son vecinos, son parientes y están cerca", ha lamentado la representante de la Junta, quien ha apuntado que si estas "vejaciones" ya son "condenables" hacia una mujer adulta, "en una niña clama al cielo".
La responsable del IAM ha recordado que en Almería el instituto invierte unos 83.000 euros para atender a mujeres prostituidas y en riesgo de exclusión social, que son más vulnerables a una posible entrada en la trata, para mejorar a su empleabilidad, al tiempo que se atiende a mujeres y menores mediante un programa para víctimas de agresión sexual.
No obstante, la coordinadora ha expresado su preocupación ante la falta de programas de educación afectiva-sexual entre los jóvenes, de forma que muchos de ellos exploran su sexualidad a través de las nuevas tecnologías y de la pornografía. "Hay un alto índice de jóvenes que consumen prostitución como ocio", ha afirmado.
Así, ha señalado que tanto las administraciones, como la sociedad, las familias y los medios de comunicación tienen que "tomar nota" para "transmitir unos valores" y dejar que "la prostitución es un negocio que funciona según demanda y oferta, con lo que si baja la demanda, habrá menos posibilidades de que la vulnerabilidad por la pobreza de una familia haga entrar a las mujeres en esta situación".