ALMERÍA 26 May. (EUROPA PRESS) -
La jefa del Área de Migraciones e Igualdad de Trato del Defensor del Pueblo, Elena Arce, ha advertido este jueves que el sistema de acogida en España "no esta preparado para detectar las necesidades especiales de los colectivos vulnerables" y ha indicado que ese "nuevo perfil" que integran mujeres y niños y cuya presencia ha ido aumentando exponencialmente desde 2020 lo ha hecho "evidente".
"Todo parecía funcionar y no era tan evidente que al sistema le estallaban las costuras cuando la inmensa mayoría de las personas que demandaban acogida humanitaria eran chicos jóvenes, sanos, con un perfil muy determinado, que venían a trabajar", ha dicho para añadir que el aumento en la llegada a las costas españolas de mujeres y niños ha provocado que "se noten mucho las carencias".
Arce ha abierto este jueves el III Congreso de Migración y Extranjería que organiza Cruz Roja Española en colaboración con la Universidad de Almería en una ponencia en la que ha destacado que en 2021 un 14 por ciento de las personas llegadas eran mujeres, porcentaje que alcanzó un 41 por ciento en el caso de los ciudadanos de Costa de Marfil, el 30 por ciento en el caso de Guinea Conacry o un 24 por ciento entre los naturales de Camerún.
En el caso de los niños, ha cifrado ante las más de 300 personas inscritas en más de un millar los que llegaron al archipiélago acompañados de adultos, según los datos provisionales de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras.
"Desgraciadamente el sistema de acogida no esta financiado ni preparado para atender este tipo de perfiles, ni para detectar esas necesidades especiales que estos colectivos vulnerables tienen en materia de protección internacional", ha remarcado.
Según los datos aportados por Cruz Roja, aunque la mayoría de la migración en situación administrativa irregular que llega a la UE es masculina, se constata la feminización de la migración, con un aumento de las mujeres en un 48,4 por ciento y de los niños, niñas y adolescentes.
Estos grupos de personas son muy vulnerables, víctimas de la instrumentalización, trata y violencia sexual. Ante esta situación, cuando llegan al territorio español, son derivados a centros de Acogida Humanitaria, financiados por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, gestionados por entidades como Cruz Roja.
Arce ha abordado la llegada de personas migrantes desde "una visión alejada de datos alarmistas que alertan de un falso efecto llamada" y ha puesto sobre la mesa "la necesidad de inmigración en Europa, así como datos con visión de género acerca de la situación laboral de estas personas".
Posteriormente, en la mesa dedicada a la protección de la infancia migrante, Patricia Fernández Vicens, abogada de Fundación La Merced, ha expuesto las novedades implantadas en el reglamento de extranjería que garantiza el principio de no discriminación mediante la regularización administrativa de los menores migrantes.
La psicóloga Alma Serra, por su parte, ha remarcado la necesidad de una intervención temprana en situaciones de trauma y duelo psicológico durante el proceso migratorio porque, como ha dicho, "de los procesos de duelo, el proceso migratorio es un duelo múltiple y de los más complejos ya que provoca una disociación profunda".
Desde otro punto de vista, Alexandra Ríos Marín, psicóloga, ha planteado cómo trabajar a nivel global en la prevención del delito de la trata de seres humanos. "Frente al delito de la trata tenemos que intervenir antes, durante y después en prevención. Este se da a nivel global y se explota a la persona en todas sus dimensiones, eso es lo que lo hace terrible", ha puntualizado.
Antes de la inauguración de este encuentro multidisciplinar, el presidente provincial de Cruz Roja, Antonio Alastrué, ha tendido la mano y ha subrayado la "colaboración necesaria" entre instituciones y entidades para dar "una mejor respuesta" a las personas que llegan de otros países en situación muy vulnerable.
"Queremos mostrar su realidad migratoria, incorporando la perspectiva de los Derechos Humanos, dando un enfoque práctico que nos ayude a comprender y entender las experiencias de estos colectivos en todo el proceso migratorio; especialmente sobre el proceso de resiliencia", ha explicado para añadir que es un "momento de reflexión y formación que nos tiene que servir para poner sobre la mesa el trabajo que hacemos en distintos ámbitos como salud, educación y derecho con las personas migrantes".
En este sentido, Alastrué ha señalado el importante papel de Cruz Roja y su voluntariado que desde hace 158 años está en conflictos, en emergencias, "siempre al lado de las personas más vulnerables como en la atención de migrantes para paliar la desesperación, el miedo, la incertidumbre, el dolor y el sufrimiento".
"Pero esto es algo que solos no podemos hacer, tenemos que hacerlo, mano a mano, con instituciones, entidades y asociaciones de manera unida y coordinada para trabajar con formación continua, reflexión y sensibilización con el único fin de mejorar la atención a las personas migrantes desde un enfoque multidisciplinar centrando la atención en mujeres y menores", ha enfatizado.