ALMERÍA, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -
El sospechoso de la muerte violenta de K.Z., la mujer de origen marroquí cuyos restos óseos fueron hallados en octubre de 2016 en una acequia en un paraje de invernaderos de El Ejido (Almería), era un "cliente" que se "obsesionó" con ella, quien, según la investigación, ejercía la prostitución.
Fuentes del caso han precisado a Europa Press que la joven, quien tenía 30 años cuando se cometió el crimen, habría sido asesinada en la casa de aperos que servía de domicilio a A.K. en la noche del día en el que se perdió su rastro, el 17 de febrero de 2011.
Si bien de manera oficial la Policía Nacional ha descrito en una nota la relación entre presunto homicida y víctima como "sentimental", las mismas fuentes han indicado que se trataba de "encuentros esporádicos con fines sexuales" aunque "él no se tomó nunca de ese modo".
A.K., de 47 años y en prisión provisional, no ha reconocido la autoría de la muerte, que según los primeros indicios se produjo bien por "asfixia bien por ahorcamiento", pero sí ha reconocido que la noche de autos pasó la noche con ella en su vivienda, a la que acudía cuando la requería y ubicada a unos 100 metros de distancia de la acequia donde se encontraron los restos óseos.
Los investigadores han concluido que el principal sospechoso del crimen le quitó la vida en este inmueble, luego envolvió su cuerpo en plásticos de invernadero y, a continuación, lo trasladó hasta la acequia, donde quedó oculto a la vista durante seis años dado la orografía abrupta e intransitable del paraje Los Ruiseñores hasta que el paso del tiempo y las inclemencias climatológicas degradaron el plástico y dejaron al descubierto "un fémur y un cráneo incompleto".
Familiares y amigas de K.Z. denunciaron su desaparición en la Comisaría Provincial de El Ejido el día 21 de febrero. Se activó entonces un dispositivo para dar con su paradero y se tomó declaración a las personas de su entorno, incluido el ahora detenido si bien las pesquisas "llegaron a un punto muerto ante la ausencia de datos que permitieran determinar si estaba viva o muerta, y ese caso, el no hallazgo de un cadáver".
La aparición de los restos óseos, que provocó que se reabrieran casos de desaparición en una franja temporal de tres a seis años atrás, reactivó la investigación en torno al paradero de K.Z. ya que la inspección ocular del escenario permitió encontrar más restos óseos, ropa deportiva pero sin calzado, por lo que se deduce que la víctima iba descalza, y piezas de bisutería, en concreto unos pendientes y un anillo.
Los agentes de la Policía Nacional volvieron a contactar entonces con la madre y hermana de la fallecida, en contacto con los investigadores mensualmente desde 2011 a través del Consulado de España en Rabat (Marruecos), y a través de las autoridades consulares de Marruecos en Almería, lograron que pudieran trasladarse hasta Ceuta para la toma de muestras de ADN que cotejar con los extraídos de los restos óseos.
El resultado, sumado al hallazgo de dos puentes dentales, dio positivo y las pesquisas condujeron hasta A.K., quien era detenido el pasado día 14 como presunto autor del crimen. Este abandonó el país a los pocos días de denunciarse su desaparición tras más de doce años de residencia en España. Regresó a Almería cuatro años más tarde, periodo de tiempo en el que el cuerpo de la mujer aún no había sido localizado.
La investigación ha sido desarrollada por agentes de las Brigadas de Policía Judicial y Científica de la Comisaría de El Ejido, agentes de la Brigada de Policía Científica de la Comisaría de Ceuta en colaboración con la Consejería de Interior de Rabat (Marruecos).