ALMERÍA, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de Instrucción 3 de Almería investiga a una mujer y su hijo por extosionar presuntamente a un sacerdote con supuestas acusaciones de abuso sexual y de quien habrían conseguido más de 50.000 euros en dos años.
Fuentes de la Comisaría Provincial han confirmado a Europa Press que el cura denunció el pasado 20 de junio que estaba siendo víctima de un "chantaje" por parte de estas dos personas, que le imputaban supuestos abusos sexuales al hijo cuando este tenía 16 años, y aportó documentación que lo acreditaría por un montante superior a los 50.000 euros.
A raíz de la denuncia, los agentes requirieron a la mujer, identificada como F.P., y a su hijo, I.V., quien tiene en la actualidad 18 años, y procedieron a su detención como presuntos autores de un delito de extorsión si bien ambos han negado tanto este extremo como las acusaciones de abuso sexual al sacerdote.
Tras pasar a disposición del Juzgado de Instrucción 3 de Almería, que ha abierto diligencias previas para intentar esclarecer los hechos, su titular decretó libertad con cargos para ambos si bien la investigación continúa abierta.
Según publica este miércoles el periódico 'La Voz de Almería', el chico frecuentaba una iglesia de la capital y buscaba limosna entre los feligreses a las puertas del templo. Tenía problemas económicos y familiares y un arresto en su expediente por un robo con fuerza.
Ambos comenzaron a coincidir en la iglesia. Según la versión del sacerdote, se interesó por su estado, ofreció unas monedas y conversó con el muchacho en varias ocasiones, siempre sin intereses espurios. La relación avanzó. El cura ofreció unas ropas e, incluso, el aseo de la casa parroquial donde reside para que el muchacho pudiese ducharse y adecentarse. Entonces se desató una compleja trama de acusaciones y presiones culminada ahora con dos detenciones.
Según la denuncia, la madre del entonces menor de edad acudió a esta iglesia de Almería y amenazó al sacerdote con una denuncia por abusos sexuales si bien el religioso siempre negó cualquier contacto personal con el adolescente y aseguró que "pensaba que era mayor de edad" aunque comenzó a efectuar los pagos indicados.