ALMERÍA 18 Mar. (EUROPA PRESS) -
Las niñas de dos y cuatro años de edad envenenadas presuntamente en un cortijo de Alboloduy (Almería) por su padre, un hombre de 35 años de edad quien también se ha quitado la vida, estuvieron un año amparadas bajo un sistema de acogida junto con su madre hasta que esta renunció "voluntariamente" con la intención inicial de regresar a Rumanía, su país natal.
Según han especificado fuentes de la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía, en marzo de 2022, la mujer y sus dos hijas ingresaron en el centro de emergencias para víctimas de violencia de género de Almería y después, en junio, fueron trasladadas a la casa de acogida de Granada.
Fue en la provincia granadina donde recibieron atención psicológica, jurídica y social dentro de un plan personalizado de atención. Así, en marzo de 2023, la mujer solicitó de forma voluntaria su salida de los recursos de acogida del Instituto Andaluz de la Mujer.
En este sentido, han apuntado esta decisión "no era compartida por el personal técnico de la casa", ya que la mujer y sus dos hijas llegaron en una situación de "extrema vulnerabilidad".
En este sentido, según las circunstancias alegadas, la mujer "quería regresar a Rumanía y para ello necesitaba que el padre consintiese que las niñas salieran de España".