GRANADA 31 Ene. (EUROPA PRESS) -
El proyecto de implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Granada ha sido presentado este miércoles por la alcaldesa de la ciudad, Marifrán Carazo, y la concejal de Movilidad, Protección Ciudadana y Sostenibilidad, Ana Agudo, abarcando el perímetro de la capital limitado por la circunvalación.
Será solo aplicable a partir del 1 abril de 2025, protegiendo a los residentes y a la actividad económica de la ciudad, ya que se exime a vehículos de carga y descarga, y a transporte escolar y discrecional de viajeros, según ha informado el Ayuntamiento de Granada en una nota de prensa tras la presentación.
Marifrán Carazo ha anunciado que la propuesta planteada por el Ayuntamiento de Granada "estima un mayor impacto en la calidad del aire, ya que se reducirá un 9,4 por ciento el tráfico y por tanto los vehículos altamente contaminantes que a diario entran en nuestra ciudad, lo que equivale a unos 6.700 vehículos".
La medida da respuesta así a la realidad del tráfico rodado en Granada, donde, según los datos obtenidos en varias mediciones realizadas por el Ayuntamiento de Granada, el 70 por ciento del tráfico de la ciudad procede de fuera, de los que, en el registro realizado durante una jornada del mes de enero, alrededor de 6.709 vehículos carecen de distintivo medioambiental y por tanto son "altamente contaminantes".
La alcaldesa ha abundado en la delicada calidad del aire de Granada y en la peculiar orografía de la capital, situada en un valle, escenario de anticiclones persistentes, con baja intensidad de viento y aporte de polvo sahariano, "que la convierte en una ciudad de alto riesgo al exceder en ocasiones los niveles recomendados tanto de partículas de suspensión como de dióxido de nitrógeno", a lo que se suma la obligatoriedad de cumplir la Ley de Calidad Ambiental.
"La implantación conllevará enormes beneficios que en la mejora de la calidad del aire "en tanto que se quitarán de circulación más de 6.700 vehículos altamente contaminantes", ha afirmado Marifrán Carazo.
Los datos de Movilidad registran que vehículos procedentes de la zona urbana que realizaron desplazamientos durante un día laborable ascendían a 17.474, que corresponde al 27,55 por ciento de los coches totales en ese día concreto, en una ciudad en la que, tal y como ha destacado la alcaldesa, "disponemos de una tasa de motorización de 601 vehículos por cada mil habitantes, muy por encima de la media europea y nacional, 530 vehículos y 592,4 por mil habitantes, respectivamente".
Así, según el estudio realizado entre el 8 de enero al 14 de ese mismo mes, de los 958.404 coches detectados en desplazamientos por la ciudad --teniendo en cuenta que un mismo coche puede pasar varias veces--, 129.916, un 13,56 por ciento, carecen de distintivo, mientras que los vehículos con etiqueta B representan un 33,26 por ciento, con 318.780 vehículos detectados. La mayor parte de las matrículas detectadas corresponden a etiqueta C, un 43,74 por ciento que corresponde a 419.233 coches detectados y la contribución al total de vehículos ECO y 0 es de un 7,92 y un 1,52 por ciento.
La implantación de la ZBE de Granada contempla un primer periodo informativo, con un tiempo a modo de prueba, de octubre de 2024 a 31 de marzo de 2025, "con cámaras funcionando, pero sin sanciones", si bien a partir del 1 de abril de 2025, los conductores con vehículos registrados fuera de la ciudad de Granada con coches sin distintivo ya no podrán acceder con sus vehículos al área afectada por la medida.
El proyecto de la ZBE se ha llevado a cabo una vez se han realizado dos estudios por parte del área de Movilidad correspondientes a los meses de diciembre de 2023 y enero de 2024, en los que, tal y como ha destacado Carazo, "los valores son consistentes, si bien arrojan algunas diferencias debido a que corresponden a épocas del año en las que la ciudad registra una actividad muy diferenciada".
Una vez presentado, se someterá a estudio, análisis y participación por parte de los agentes sociales y económicos de la ciudad, en tanto que, en palabras de la regidora, "estamos ante un documento de base que debe servir para lograr una mejora de la calidad del aire y reducción del ruido con las menos restricciones posibles y la menor afección a los residentes y a la actividad económica".
En este sentido, ha avanzado que esta medida, que se someterá a un estudio en 2028 para determinar el alcance de la misma, se espera tenga como resultado inmediato el trasvase de personas procedentes de fuera de Granada al transporte metropolitano, la renovación del parque móvil y el uso de los aparcamientos de borde, de los que ha destacado que, "se adoptarán acuerdos y medidas para favorecer el uso por parte de la ciudadanía".
Granada dispone actualmente de aparcamientos de borde con 6.528 plazas. La red de parking de Granada está constituida por los aparcamientos en régimen de concesión administrativa de Méndez Núñez, con 805 plazas, Torres Neptuno, con 1.312, y Arabial, con 466, mientras que Nuevo Los Cármenes tiene 853.
Las plazas de aparcamiento de gestión privada corresponden a Hotel Luna de Granada, con 370 y los centros comerciales de Neptuno (878); Hipercor (1027) y Serrallo Plaza (817), han detallado desde el Ayuntamiento de la capital granadina.
El Ayuntamiento de Granada proyecta a su vez un plan de medidas paralelas a la implantación de la ZBE que, en palabras de la alcaldesa, contempla medidas para mejorar la carga y descarga, así como el estacionamiento del transporte escolar y discrecional de viajeros. Esta medida afecta, asimismo, a "al menos cinco ordenanzas, que tengan que sufrir alguna modificación".
Paralelamente, la ciudad, en colaboración con la Universidad de Granada, aborda la realización de dos estudios relacionados con la implantación de la ZBE. La primera investigación, un proyecto piloto en España denominado Lezipa, trata de analizar mediante la realización de entrevistas personales y una encuesta a la población la aceptación social de la implantación.
Hasta la fecha se han realizado entrevistas a asociaciones de transportistas, turistas, hosteleros, comerciantes, ecologistas y residentes. La segunda línea de trabajo de investigación permitirá conocer a través de un estudio el impacto socio económico de la implantación de la ZBE en Granada.
Por otra parte, se está trabajando con el Consorcio Metropolitano de Transportes para mejorar el transporte público que conecta la capital con el área metropolitana, de donde procede la mayoría del tráfico que circula por la capital.