CÁDIZ 7 Jul. (EUROPA PRESS) -
La artista Marina Anaya presentará a partir del 18 de julio en la Casa de Iberoamérica de Cádiz su última colección de pinturas, ‘Los Caribe’, una muestra inspirada en el mar de las Antillas y sus costas.
La colección nace de una historia de amor entre la artista y Cuba que surge durante su estancia para cursar estudios de doctorado. Los estudiantes, bailarines, músicos y artistas plásticos del Instituto Superior de Arte de Cuba son parte de la inspiración para crear estas obras, pero también los colores y calores de La Habana y el ritmo de una ciudad "arruinada por fuera y floreciente por dentro", en palabras de la artista.
Esas personas anónimas en muchos casos ayudaron a dar forma a estas últimas obras de Marina Anaya, pero contribuyeron también las lecturas de Gabriel García Márquez, siempre tan presente en todo el Caribe, con los Buendía pegados al costado; del surrealismo de Severo Sarduy, los personalísimos textos de Zoé Valdés o la nostalgia que destilan los párrafos de Guillermo Cabrera Infante.
A ellos se podrían sumar los nombres (y libros) del colombiano Juan Gabriel o del cubano Alejo Carpentier, y por supuesto, la música. Contemplar estas obras es oír, a lo lejos, las inconfundibles melodías de Bola de Nieve, la voz cascada de Compay Segundo, las canciones de Olga Guillot, Beny Moré, Silvio Rodríguez y, sumando otro de los sentidos (el de la vista), la película ‘Soy Cuba’ de Kalatozov.
Hay más nombres rondando esta muestra, más músicos, escritores, actores y por supuesto otros artistas. Y como no, el pueblo caribe, su resistencia, su cultura mezcla de tantas culturas y a la vez tan propia. "Ese entorno en el que hombres, árboles, pájaros, huracanes y ríos son una misma naturaleza que cada día hacen que la magia sea real y lo real sea mágico", resume Anaya.
Todo ese Caribe mítico y adorable, está en su obra y en la propia Marina. A ellos les dedica la muestra y les da las gracias por habitarla. La exposición, que se compone de obras de diferentes formatos, pintadas en acrílico y óleo sobre tabla, estará abierta en la Casa de Iberoamérica hasta el 5 de octubre, con entrada libre y gratuita.