Las aves habitan en el centro comercial desde la llegada de la primavera y es habitual verlas dentro de la galería en una tarde de compras; el estudio compara las poblaciones de Andalucía con las del oeste de Sajonia, a través de la Universidad alemana de Maguncia
SAN FERNANDO (CÁDIZ), 18 Ago. (EUROPA PRESS) -
El centro comercial Bahía Sur ha anillado en su galería 34 golondrinas; 23 polluelos y 11 adultos de siete nidos diferentes que se encuentran en las zonas altas de la galería desde la llegada de la primavera, para colaborar con el estudio que está llevando a cabo el ornitólogo Alberto Álvarez, en coordinación con una investigación internacional de estas aves de la alemana Universidad de Maguncia.
Alberto Álvarez, anillador experto del Centro de Migración de Aves, es el encargado de realizar esta tarea en las instalaciones del centro comercial. Este marcaje permite el estudio de las poblaciones de aves con la colocación de una anilla metálica en la pata del animal, a modo de identificación personal, con una dirección de contacto. Con este método se obtiene información de las migraciones, tasa de mortalidad y población a la que pertenece el ave.
Álvarez participa en una investigación que lleva a cabo el investigador Tomas Brueckmann, de la Universidad de Maguncia, en Alemania. En su trabajo, Brueckmann compara las poblaciones de golondrinas de Andalucía con las del oeste de Sajonia, en Europa central. El objetivo de este estudio es entender mejor la ecología y el comportamiento de esta especie.
Las golondrinas, aviones y vencejos son especies "muy beneficiosas" para el entorno, puesto que se alimentan de insectos como moscas y mosquitos durante el periodo primaveral y estival, según información de la asociación SEO/Birdlife. En concreto, la dieta de las golondrinas puede incluir una media de 60 insectos a la hora, unos 850 insectos diarios, lo que equivale a más de 300.000 moscas y mosquitos consumidos por cada golondrina al año, según la asociación.
La colonia que habita Bahía Sur, que ha estado monitorizada de forma intermitente desde hace cinco años por la Asociación Ornitológica Ardea, destaca por los materiales de la Bahía de Cádiz que han empleado las aves para construir sus nidos. Según un artículo elaborado por Pablo Barrena y Alberto Álvarez, la peculiaridad de estas moradas reside en que están construidas con unas plantas propias del lugar, las fanerógamas marinas, que no suelen encontrarse en las casas de golondrinas comunes.
De este modo, Bahía Sur colabora con el estudio de las migraciones de aves facilitando que esta colonia de golondrinas anide en la galería del centro comercial. En materia ornitológica, Bahía Sur también ha apadrinado a dos espátulas en colaboración con la Sociedad Gaditana de Historia Natural y su proyecto sobre el estudio de la migración de la Espátula en el litoral occidental de La Janda; Alita y Tulita, que cuentan con un radiotransmisor que posibilita el análisis de sus movimientos migratorios. Desde que este radiotransmisor se instalara en los polluelos, se ha podido comprobar cómo Alita se ha desplazado por los esteros de la Bahía de Cádiz, mientras que Tulita ya se ha aventurado a emprender el vuelo hacia Doñana. Bahía Sur realizó, el pasado mes de mayo, un concurso dirigido a los colegios de la bahía para que pusieran nombre a los pollos. Los ganadores, con las propuestas Alita y Tulita fueron los alumnos de 5º de Primaria del CEIP Campo del Sur de Cádiz y los de 6º de Primaria del colegio San Agustín de Chiclana, respectivamente.
Estas acciones forman parte del desarrollo del programa '#ActivatuModoVIVO', un catálogo de 100 acciones destinadas a compatibilizar la actividad comercial con el bienestar de la comunidad donde se encuentra inmerso, en el que toma especial protagonismo el respeto y el cuidado del medioambiente.