SEVILLA 17 Sep. (EUROPA PRESS) -
La asociación profesional Justicia para la Guardia Civil (JUCIL) se personará como acusación particular en el juicio que se siga contra el autor de lesiones a nueve guardias civiles en la localidad de Chiclana de la Frontera (Cádiz). Siete guardias civiles de baja médica de un total de nueve lesionados fue el resultado de la intervención en la que se vieron envueltos los agentes del cuartel de Chiclana durante la madrugada de este domingo.
La detención de un individuo al que se buscaba por una denuncia de posible violencia de género finalizó con una parte de la plantilla de guardias civiles en el hospital, algunos con lesiones graves. "Se trata de una circunstancia por desgracia cada vez más habitual para los guardias civiles y Jucil actuará frente al agresor, por lo que sus servicios jurídicos se personarán en este caso como acusación particular para reclamar las mayores penas e indemnizaciones para el agresor", ha asegurado en una nota el secretario de Comunicación de Jucil, Agustín Leal.
Los sucesos comenzaron poco después de las 12.00 de la medianoche, cuando se recibe un aviso de un posible caso de violencia de género. Una patrulla se dirige a la dirección indicada, pero en ese lugar no hay ningún domicilio y mientras, el individuo al que se refería el aviso, acude en moto hasta el cuartel de la Guardia Civil. "Pilló al guardia de puerta solo, como siempre. El compañero sale para decirle que retire la moto que había subido a la acera del cuartel, y el sujeto se abalanza sobre él. Al oír la pelea, con ambos en el suelo, salen los compañeros de Atención al Ciudadano. Durante la pelea, el atacante quita la defensa al guardia civil y le da con ella un golpe en la cabeza", cuenta Leal.
"Cuando intenta golpearle de nuevo, el guardia saca su pistola y dispara al aire. El atacante sale corriendo, se lleva la porra extensible y golpea con ella coches y motos que va encontrando por la carretera", explica el secretario de Comunicación de Jucil. Perseguido por los guardias civiles, a los que muchos ciudadanos indican hacia dónde se dirige el individuo, se le localiza en una gasolinera. "No fue fácil reducirle, porque armado con la defensa golpeó a todo el que se
acercaba", asegura Leal.
El resultado de la noche es que siete guardias civiles se encuentran ahora de baja médica. "El compañero del golpe en la cabeza tiene siete puntos en la frente y heridas en la nariz. Otro compañero tiene la muñeca fracturada y otro un esguince en el tobillo de grado dos. Y los demás sufren golpes de la defensa y luxaciones", resume Agustín Leal.
"Estamos ante una situación en la que la falta de un protocolo claro sobre cómo se debe actuar ante esta violencia inusitada, la ausencia de pistolas eléctricas tipo 'táser' que ayuden al control de la situación y no disponer de fundas antihurto en las pistolas nos sitúan en una profesión de riesgo que no tiene reconocida esta condición", remata el secretario de Comunicación de Jucil.