CÁDIZ 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
El portavoz del PP en el Ayuntamiento de Cádiz, Ignacio Romaní, ha afirmado que el alcalde, José María González (PCSSP), ha pasado de tener "puños de hierro cuando gritaba la próxima visita será con dinamita" a tener "mandíbula de cristal" y ha reiterado que "lo que hizo en la Junta General de Cádiz 2000 fue una cobardía e hizo uso del reglamento de manera fascista, como un cacique".
En rueda de prensa, tras mostrar documentos donde el alcalde o concejales del equipo de gobierno acusaban al PP de "corruptos", ser "profesionales de la tortura" o que "genéticamente" los concejales populares están "emparentados con el franquismo", Romaní ha afirmado que lo que pasó en la Junta General "fue una discusión en el Pleno", aunque ha insistido en que "lo que hizo el alcalde fue una cacicada propia de fascistas, impedir que se pueda debatir lo que él no quiere que se debata".
El portavoz del PP ha afirmado que el hecho de que "un alcalde utilice de manera torticera un supuesto artículo del reglamento para no debatir un asunto es una cacicada". Así, ha explicado que el PP pidió que los cuatro puntos de la Junta General se debatieran conjuntamente y votarlos por separada y "extrañamente el alcalde dice que no, que se debata por separado".
En este sentido, ha señalado que "a lo que sí accedió fue a pasar adelante los puntos de los informes, tal y como le pidió el PSOE, y finalmente, un pleno o junta general que provoca el PP para hablar de los problemas legales y de toda índole que tiene la municipalización, el alcalde, en vez de querer resolverlo con un solo turno de debate se empeña en que no, en que se debatan los cuatro puntos.
Además, ha seguido con el relato diciendo que "cuando se han debatido los dos primeros puntos, que evidentemente eran los dos primeros porque él les cambió el orden, dice que va a dejar los otros dos sobre la mesa porque se lo ha pedido el PSOE", lo cual "es raro, teniendo ya en la mano el artículo del ROM que iba a utilizar".
Para el PP, "lo tenía todo preparado porque no quería que los gaditanos supieran qué es lo que ha pasado en la sociedad Cádiz 2000, que es una irregularidad tras otra". "Por eso actuó de manera cobarde y haciendo uso del reglamento de manera fascista, como un cacique", ha reiterado Romaní.