CÁDIZ, 8 May. (EUROPA PRESS) -
El submarino británico 'HMS Talent', de la clase 'Trafalgar', ha vuelto a arribar a la Base Naval de Gibraltar en la mañana de este miércoles, según han indicado a Europa Press fuentes de Verdemar-Ecologistas en Acción.
Los ecologistas han calificado este tipo de submarinos como una "bomba flotante" y han criticado que el puerto militar del Peñón se esté convirtiendo en "un puerto X, donde el Reino Unido lleva sus submarinos a reparar", así como que los trabajos que practican a los submarinos nucleares en Gibraltar "están poniendo en peligro y en riesgo a la población del Campo de Gibraltar y del Estrecho".
Según ha detallado, este es el sexto de los siete submarinos nucleares de la clase Trafalgar de la Royal Navy y se construyó en Barrow-in-Furness. Fue lanzado por The Princess Royal en abril de 1988 y comisionado en mayo de 1990, siendo el último submarino nuclear lanzado en una grada en Barrow-in-Furness.
Por ello, desde la organización ecologista han solicitado que "de una vez por todas Gibraltar quede libre de artefactos, de submarinos de propulsión nuclear y otros buques que son auténticas bombas flotantes". "Los submarinos de la clase Trafalgar tienen problemas de diseño y van sembrando el miedo por donde navegan. No tenemos ni queremos un Plan de Emergencia nuclear, sino que se vayan", han concluido desde Verdemar Ecologistas en Acción.
Cabe recordar que el 'HMS Talent' ha recalado en varias ocasiones en Gibraltar desde el año 2013, siendo la última el pasado año hasta en dos ocasiones. Además, cuando estuvo en el mes de diciembre protagonizó un incidente por el que la Marina británica expresó su malestar argumentando que una embarcación española había seguido al submarino nuclear británico 'HMS Talent' a su salida de Gibraltar, considerándolo una violación de la normativa marítima.
En este sentido, dijeron que el 'HMS Talent' partió del puerto de Gibraltar en misión secreta, pero "el buque español le siguió en clara violación de la normativa marítima", por lo que un buque del Escuadrón de Gibraltar zarpó para garantizar que la nave española mantenía las distancias.