CÁDIZ 5 Dic. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente de la Junta y consejero de Administración Local y Relaciones Institucionales, Diego Valderas, ha "dado la cara" este miércoles al acercarse a dialogar con un grupo de unos cien exempleados de Delphi que le esperaban a las puertas de un acto al que ha asistido en la capital gaditana. Les ha garantizado que "el diálogo sigue abierto" y les ha propuesto la celebración de reuniones para abordar su situación. Sin embargo, el colectivo "exige soluciones" y desprecia seguir manteniendo encuentros que, en su opinión, sólo sirven para "marear la perdiz".
Preguntado por esta cuestión antes de presidir la entrega del XII Premio Andaluz del Voluntariado, Valderas ha explicado que se ha acercado a hablar con este colectivo porque representa a un Gobierno "abierto y de cercanía", que está "al lado de la gente que protesta en la calle ante situaciones de carácter injusto que se dan en la sociedad".
El vicepresidente de la Junta ha trasladado a los ex de Delphi que el Gobierno andaluz "sigue trabajando, no exento de dificultad", para alcanzar una solución factible, ofreciendo también la posibilidad de celebrar reuniones que permitan avanzar en este sentido.
Valderas ha aludido a los contactos que ha mantenido la Junta con la empresa asiática BWI para abordar su posible instalación en los antiguos terrenos de Delphi, que ha defendido que "se pongan en valor", ya que "Cádiz y su Bahía necesitan mucho empleo industrial".
Una vez finalizado el acto, el portavoz de UGT de este colectivo, Antonio Montoro, ha criticado que Valderas se ha limitado a hacer "un discurso político" y ha rechazado seguir manteniendo "reuniones que no sirven para nada". Reconoce que la paciencia del colectivo está "agotada" después de cinco años, por lo que mantendrán actos de este tipo allá donde asistan los representantes de la Junta hasta que se produzca una solución definitiva.
Lamenta Montoro que la Junta no haya apostado antes por los antiguos terrenos de la multinacional, considerando que si lo hubiera hecho hace cinco años "hoy ya no tendríamos este problema".
Finalmente, y tras reprochar a la Administración andaluza que "ni siquiera haya sido capaz de interponer una querella a Delphi para reclamar los diez millones de euros que figuran en el protocolo" firmado tras el cierre, ha asegurado que "mientras haya esperanza" los antiguos trabajadores "no van a tirar la toalla", ni con BWI ni con ninguna empresa que muestre su disposición a instalarse en la zona.