CÁDIZ 20 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Diputación de Cádiz ha informado de que las 100 primeras muestras de ADN para identificar los restos de personas represaliadas, tras el golpe de Estado desencadenante de la Guerra Civil española de 1936, han sido entregadas por la Sociedad de Ciencias Aranzadi, a través del historiador y arqueólogo Jesús Román, junto al antropólogo forense Juan Manuel Guijo, al Laboratorio de Identificación Genética de la Universidad de Granada, dirigido por el catedrático José Antonio Lorente.
Según ha explicado la Diputación en una nota, en las localidades de Villamartín, Espera y Arcos se tomaron muestras de saliva a descendientes de desaparecidos que fueron víctimas de ejecuciones consumadas tras la sublevación militar, en un proyecto que ha sido promovido por la Diputación de Cádiz.
Además, las campañas realizadas en estos municipios han permitido recabar muestras de poblaciones limítrofes. En este sentido, ha indicado que por ejemplo, a Villamartín acudieron familiares de cinco personas asesinadas cuyos restos, según los testimonios orales, fueron sepultados en la fosa de Benamahoma.
Según ha señalado, en esta primera recopilación también se han incorporado muestras procedentes de otras provincias españolas, e incluso otros países, que se interesaron en participar en este proceso y a los que se les envió el kit necesario.
El procedimiento de extracción de muestras, fácil e indoloro, consiste en la obtención de saliva de la cavidad bucal mediante un hisopo. Este material biológico se cotejará con el ADN que se extrae de los fragmentos óseos procedentes de las fosas comunes que se localizan y exhuman. En esencia se completa un banco genético con las dos piezas necesarias que establecen si hay concordancias y, por tanto, vínculo familiar entre las muestras, han explicado desde Diputación.
La originalidad de la propuesta, promovida por la Institución Provincial, radica en invertir el orden que hasta ahora se cumplía en los proyectos de búsqueda de represaliados. Hasta hace poco tiempo, las muestras de saliva se recogían una vez que se hallaban las fosas, pero con el proyecto ADN, este paso se practica aunque los enterramientos aún no se hayan localizado. De esta forma, se gana tiempo, un carácter muy importante a tenor de la avanzada edad de los parientes más directos de los represaliados y cuyas muestras son más fiables en el cotejo biológico, ha destacado.