CÁDIZ 23 Nov. (EUROPA PRESS) -
La presidenta de la Diputación de Cádiz, Irene García, ha afirmado que comparte la "decepción" reflejada por el sector almadrabero de la provincia tras conocerse la cuota de captura aprobada en la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT). Además, ha anunciado que volverá a convocar a la Mesa de la Almadraba y ha defendido buscar "una mayor complicidad y alianzas en el Ministerio y entre los eurodiputados en Bruselas" en defensa del sector.
En declaraciones a los periodistas, García ha manifestado que "el trabajo de las almadrabas no puede caer en saco roto" y ha lamentado que no se valore "la magnífica labor de una pesca sostenible, caracterizada por su respeto y protección medioambiental".
"Necesitamos volver a movilizarnos", a tenor de las cuotas determinadas por la ICCAT, de manera que los valores de las almadrabas se tengan en cuenta por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, así como por parte de las autoridades comunitarias, ha señalado la presidente de la Diputación, que ha añadido que "necesitamos una mayor implicación y complicidad por parte de los organismos con capacidad de decisión".
Para ello, según ha indicado, se contactará con los "eurodiputados en Bruselas para trasladar nuestra actual preocupación, reiterarles lo que significan las almadrabas y establecer alianzas".
García, tras agradecer la actitud de la Junta de Andalucía cuyo consejero de Pesca ya ha solicitado al Ministerio que paralice la tramitación del real decreto sobre el reparto de cuotas de atún rojo, ha anunciado que volverá a convocarse a los miembros de la Mesa de la Almadraba al objeto de volver a unificar el mensaje, así como la estrategia de reivindicación.
Cabe recordar que pertenecen a esta plataforma las empresas que operan en las almadrabas de Barbate, Zahara de los Atunes, Conil y Tarifa, los ayuntamientos, grupos políticos representados en Diputación, Junta de Andalucía y comités de empresa. En este foro también se defienden los intereses de las flotas de cañas, de líneas de mano y palangreros que faenan en el Estrecho.
La presidenta de la Diputación ha valorado la actitud de unas almadrabas que "pese a disponer de una cuota ridícula, han crecido en empleo y dimensión en los últimos años". Las restricciones en el volumen de capturas se empezaron a aplicar en el año 2006, a tenor del peligro que corría la especie.