ALMERÍA 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
La directora Elena Manrique ha dado a conocer en el Festival Internacional de Cine de Almería (Fical) su película 'Fin de fiesta' con la que ha reivindicado la "solidaridad entre las clases populares", que son las que "se ayudan las unas a las otras" pese a que en los últimos tiempos parezca que "ha calado la narrativa que están en contra de la emigración y no es verdad".
La cinta, que compite en la sección del certamen nacional de largometrajes 'Ópera prima', narra la historia de un emigrante africano que se esconde en el cobertizo de una casa señorial andaluza, desde donde contempla a la señora de la casa y su joven asistenta hasta que es descubierto por ambas en distintos momentos, de modo que cada una se lo oculta a la otra.
Así, a través de un juego que busca la representación de clases, la cineasta narra una película que tiene como germen las vivencias de unos amigos que ayudaron a un migrante al que hallaron en los jardines de su casa oculto tras haber desembarcado de una patera en Cádiz.
"Aquella historia se me quedó en la cabeza", ha explicado Manrique, quien bajo dicho argumento genera una "especie de estudio" sobre las clases "altas" en España y una analogía sobre los privilegios de la vieja Europa, las clases trabajadoras y aquellos que vienen de fuera y actúan como "elemento transformador".
La actriz Sonia Berbel realiza en esta película su primer protagonista en un largometraje profesional, cuyo guion asegura que "devoró", para encarnar a esa señora de la casa, de humor cambiante y caprichosa, de la que cada vez es más evidente su soledad.
"Con Carmina lo que tengo en común es que me gusta beber champán al mediodía y que todo lo que me pongo me queda bien. El resto, cero", ha dicho la actriz ante un personaje del que al final "temes por su vida" en un giro berlanguiano de los acontecimientos. "Me acerqué a Carmina de forma intuitiva porque todos tenemos Carminas a nuestro alrededor", ha reconocido ante el punto "divertido" del personaje.
La actriz Beatriz Arjona ha estimado la creación de personajes hecha por la autora, quien "ha huido mucho del cliché" incluso para su papel de Lupe, quien pese a ser la asistenta de la señora de la casa nunca queda reflejada como la estereotipada "chacha andaluza". "Quisimos ir más allá y yo estuve muy bien guiada", ha valorado la intérprete.
ESTRENO EN TORONTO
La película tuvo su estreno en el Festival de Cine de Toronto, donde la directora constató que el humor satírico que destiñe el film fue bien entendido por el público internacional.
Para Manrique, este estreno "fue fundamental para que el síndrome del impostor me abandonase", sentido en el que ha agradecido la acogida de una película a la que se vio obligada a cambiarle el nombre incluso cuando ya se había impreso todo el material promocional y diseñado los títulos de crédito debido al surgimiento casi al mismo tiempo de la formación de corte ultraderechista 'Se acabó la fiesta'.
"Imagínate este póster con un africano en el que pones 'Se acabó la fiesta'. Parece que les estoy haciendo campaña política y mi película va de todo lo contrario, de reírme de ese tipo de gente", ha compartido la cineasta, quien tras el "disgusto máximo" por lo ocurrido finalmente optó por dar un nuevo nombre a la producción. "Hubo que rehacer muchas cositas", ha señalado Manrique, quien aún así ha confesado cierto alivio con que tal situación no se produjera con el estreno.