CARMONA (SEVILLA), 24 (EUROPA PRESS)
El profesor y asesor técnico de la Dirección General de Participación e Innovación Educativa de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, Salvador Gutiérrez Cerezo, y el profesor y técnico del Servicio de Formación, Investigación y documentación del Instituto Andaluz de la Juventud de la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía, Juan Díaz Sánchez, han afirmado que el componente social es lo que hace diferente al nuevo plan de estudio con la LOE.
Gutiérrez y Díaz, que han participado este viernes en la mesa redonda 'Respuestas socioeducativas: Adolescentes, Ocio y riesgos', que ha organizado la Universidad Pablo de Olavide (UPO) durante esta semana, han señalado que los recursos que presenta la Ley Orgánica de Educación (LOE) "están enfocados a la educación en la Universidad", por lo que, desde el ámbito educativo se puede prevenir, ya que éste es el aspecto "más importante" que persigue la educación en estos momentos.
En este sentido, Gutiérrez ha destacado otros aspectos importantes en el ámbito educativo, tales como el control que se debe ejercer cuando desde el sistema se detecten situaciones de riesgo, y el seguimiento, que "es primordial" a la hora de ejercer los programas de evaluación. Todos estos elementos están mediatizados a las estrategias y recursos "a través de los procesos de comportamiento", señala.
Así pues, ha explicado que desde la Consejería de Educación se tiene como referente a la LOE y a la Ley de Educación de Andalucía (LEA), para poder actuar correctamente ante los jóvenes mediante sus programas de adecuación juvenil.
Por otro lado, Salvador Gutiérrez asegura que los jóvenes "tienen que aprender a tomar decisiones, a ser, conocer, hacer, y convivir, a través de la familia, alumnado, comunidad, y centro educativo", para aprender a desenvolverse por sí solos. Para ello, según el profesor, "tiene que existir una relación entre la familia y la Comunidad", ya que en ellas "es donde se establece el adolescente".
También tiene que existir relación entre el ámbito social, mejorando las condiciones sociales, educativas, y participando en las informaciones comunitarias; y el ámbito escolar, con una adecuación del currículum, y a través de un proceso de adecuación y normalización. Este tipo de relación debe establecerse a partir de un contexto, una atención a la diversidad" y, sobre todo, debe darse "con igualdad de aportaciones", afirma Gutiérrez.
Para ello, desde la Consejería se impulsan programas de atención, desigualdad ante la educación, atención de dificultades ante el aprendizaje, y atención para la participación. Todos estos recursos "engloban distintas posibilidades solidarias", como concesión de becas, comedores escolares, y clases especializadas, entre otras. Para que todo esto llegue a buen fin, el profesor Gutiérrez ha asegurado que "tiene que existir una coordinación institucional", que se persigue desde hace tiempo y "es lo más difícil".
Por su parte, Juan Díaz ha destacado la imagen que ofrece los medios de comunicación de los adolescentes. "Los medios siempre hacen hincapié en publicitar los comportamientos menos comunes de los jóvenes", asegura, porque "sólo emiten imágenes o dan información de los aspectos negativos y no de los positivos, que son muchos". En este sentido, Díaz afirma que el cliché mental "es diferente", hecho por el cual, los mediadores "tenemos que dar una respuesta inmediata".
Finalmente, el técnico del Servicio de Educación de la Junta de Andalucía ha señalado que desde la perspectiva de intervención política "hay que entender a la juventud por la trayectoria y transición", ya que "siempre se engloba a los jóvenes en un mismo contexto, y la etapa juvenil va desde los 14 a los 35 años. A partir de los 25 años, los jóvenes deben estar ya formados y desempeñando actividades productivas diferentes, por lo que no debemos introducir a todos los jóvenes en una misma cajita", concluye.