HUELVA 5 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de Instrucción 2 de Ayamonte ha condenado a una entidad productora de arándanos de la provincia de Huelva a arrancar 1.475 plantas y a pagar 4.128 euros por explotar sin autorización, reproducir y multiplicar la variedad Snowchaserm, cuya propiedad intelectual pertenece a la Universidad de Florida y se encuentra licenciada a la empresa Rústicas del Guadalquivir.
El juez considera probado la comisión de un delito contra la propiedad industrial, tipificado en el artículo 274.4 del Código Penal, según ha informado en un comunicado Geslive, la entidad que interpuso la denuncia.
Este procedimiento judicial se inició por la denuncia presentada por Geslive ante el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva al considerar que la sociedad denunciada había obtenido material vegetal de origen desconocido y procedido a su reproducción hasta conformar una plantación de 1.475 plantas destinadas a la producción de fruta de la mencionada variedad vegetal.
Ambas entidades se mantienen en permanente vigilancia y muy proactivas para denunciar ante las autoridades cualquier fraude que suponga una infracción a los derechos de propiedad intelectual, conscientes de que el respeto a la normativa legal es responsabilidad de todos y una condición imprescindible para que el sector pueda fortalecer su credibilidad y ser más competitivo.
Desde Geslive señalan que prueba de que la reproducción ilegal de variedades vegetales está siendo "crítica" es que "el 53 por ciento de los viveros inspeccionados por las autoridades policiales en 2016 trabajaba de forma clandestina, sin autorización para reproducir variedades protegidas".
Por ello, la dirección de Geslive recuerda que "la reproducción y producción no autorizada de variedades vegetales protegidas de frutal es un delito penado por la ley como evidencia esta sentencia y constituye, además, un grave problema en las zonas frutícolas españolas como es el caso de la provincia de Huelva".
"Este fraude masivo tiene graves consecuencias no sólo para los obtentores de nuevas variedades vegetales, a los que se están causando pérdidas multimillonarias cada año, sino también para todo el sector, pues supone una competencia desleal para la mayor parte de los productores que se esfuerza responsablemente por respetar la ley", han explicado desde Geslive.
Geslive es una empresa que presta servicios profesionales de gestión, inspección, asistencia técnica, consultoría y asesoramiento y defensa jurídica a los obtentores y titulares de derechos de propiedad industrial sobre variedades vegetales, y es filial de la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (Anove).