HUELVA 26 Mar. (EUROPA PRESS) -
La diputada de Infraestructura, Medio Ambiente y Planificación de la Diputación de Huelva, Laura Martín, ha hecho un llamamiento a la responsabilidad de la ciudadanía "para que sean conscientes del problema que supone el abandono animal", y ha animado a todos aquellos que quieran un animal a la adopción de perros abandonados a través del refugio animal provincial.
Con ello, según ha afirmado a Europa Press, "conseguiremos entre todos mayor protección y bienestar para los animales y reduciremos el número de perros y gatos que acoge el refugio, que es el principal objetivo que se ha marcado la Diputación: que los animales abandonados encuentren un hogar y logren una segunda oportunidad", ha proseguido.
Asimismo, tras remarcar que desde la Diputación trabajan para que los animales abandonados tengan una estancia digna en el refugio, ha subrayado que otro de los retos es que encuentren un hogar, "logrando así una segunda oportunidad" y evitar todo lo posible el sacrificio de animales.
Después de recordar el cambio de conciencia respecto a los animales que se ha logrado en los últimos años, desde el Área de Medio Ambiente han explicado que la relación de las personas con los animales ha evolucionado y el animal "ha pasado de considerarse una herramienta de trabajo a convertirse en un compañero que genera afectos y nos aporta cariño, compañía y felicidad".
En concreto, "esto ha influido de forma positiva en las personas y ha provocado un aumento de las adquisiciones de animales de compañía por particulares, pasando el animal a ser un miembro más de la familia que necesita cuidados y dedicación".
Sin embargo, en este proceso también ha ido aumentando "progresivamente el abandono y el maltrato animal", aumentando de forma "vertiginosa" el número de animales recogidos por ayuntamientos o diputaciones a través de los servicios de recogida de animales, que disponen de recursos "limitados para afrontar en condiciones dignas la acogida de los animales".
Por ello, esta evolución social también ha transformado la concepción de los servicios de recogida y tratamiento de animales vagabundos que se prestan por las entidades locales. Inicialmente fueron concebidos para preservar la salud pública, evitar la transmisión de enfermedades y posibles riesgos para la salud derivados de la presencia de animales vagabundos en las calles, pero en la actualidad también se demanda que se garantice el máximo bienestar y protección de los animales.
Con este nuevo alcance de los servicios de recogida y tratamiento de animales vagabundos, desde la Diputación de Huelva sostienen que "todas las personas tienen que poner su grano de arena y colaborar para garantizar la protección y el bienestar animal".
En concreto, desde la institución provincial consideran que "cada cual tiene que asumir su tarea", de manera que el ciudadano tiene que cumplir "con rigor" todos los requisitos que la ley establece, su correcta identificación, vacunación, etc, y no abandonar a los animales.
Otra tarea fundamental es educar a los más pequeños en el respeto profundo por los animales que "tanto nos dan a cambio de un poco afecto, y corresponsabilizarlos en su cuidado". "Un animal no es un juguete ni un objeto de usar y tirar", han recordado desde este departamento.
RESPONSABILIDADES
Por su parte, los ayuntamientos de la provincia deben cumplir sus obligaciones de acuerdo con sus competencias, poniendo los medios necesarios para prestar un servicio de recogida adecuado, pero también concienciando a la población e informándola "claramente" de que el abandono y el maltrato animal son delitos graves que están penalizados y que una sociedad avanzada "no puede permitir el daño gratuito", y debe, por tanto, proceder con el máximo rigor y contundencia en estos casos.
En los últimos tiempos, algunos ayuntamientos han adoptado medidas novedosas tendentes a mejorar la gestión de los animales vagabundos y abandonados, así como a conseguir que la tenencia de un animal se ejerza de una manera responsable por parte de su dueño.
BUENA PRÁCTICA
En el caso de la provincia de Huelva, como ejemplo de buena práctica destaca el Ayuntamiento de Bonares, que ha puesto en marcha una iniciativa "pionera" en la provincia de identificación de los perros por ADN, aspecto que está regulado en su ordenanza municipal.
Consiste en realizar una extracción de sangre al animal para determinar su huella genética tal que, a través de los excrementos del animal y su ADN pueden localizarse a sus dueños y estos ser sancionados si no asumen su cuota de responsabilidad en la recogida de dichos excrementos.
Por su parte, la Diputación de Huelva, junto a la empresa gestora del servicio Athisa, debe aportar recursos, medios e instalaciones para que el Servicio de Recogida y Tratamiento de Animales Vagabundos garantice la calidad de vida en los municipios y el bienestar animal en el refugio provincial, ubicado en la localidad de Valverde del Camino.
Por último, las asociaciones protectoras, como Valverde Animal, que ha firmado un acuerdo de colaboración con la Diputación de Huelva, pueden fomentar las adopciones y colaborar con la institución provincial para que la estancia de los animales que son acogidos sea "lo más digna, amable y corta posible, fomentando las adopciones y previniendo el abandono".
Esta garantía también pasa por poner en conocimiento de los ayuntamientos los casos de maltrato animal de los que se tenga constancia, al objeto de que se denuncie "con contundencia y decisión ante" las autoridades competentes a las personas responsables de dicho maltrato en su municipio.
Teniendo en cuenta los datos obtenidos del Estudio de Abandono y Adopción 2016 elaborado por la Fundación Affinity en el año 2015 fueron recogidos en España más de 137.000 perros y gatos, de los cuales el 44 por ciento fueron adoptados y gracias a la identificación por microchip pudieron ser devueltos a sus dueños y dueñas un 20 por ciento de los recogidos.
El mismo estudio se pone de manifiesto que es el segundo cuatrimestre del año el más crítico en el abandono de animales. Y que de los recogidos sólo el 24 por ciento llevaba microchip, de ahí la importancia del control del microchipado por parte de los ayuntamientos. Entre las causas del abandono las más frecuentes son las camadas indeseadas, la agresividad del animal o los cambios de domicilio, entre otras.