Imagen de Doñana tras las lluvias de Semana Santa.
Imagen de Doñana tras las lluvias de Semana Santa. - ABEL VALERO / EBD-CSIC
Actualizado: lunes, 1 abril 2024 17:12

HUELVA, 1 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) ha realizado una valoración "muy positiva" de las precipitaciones caídas durante los días de Semana Santa, aunque advierten de que es "pronto" para valorar sus efectos en el Parque Nacional porque "hay que esperar a que llegue toda el agua a la marisma".

En declaraciones a Europa Press, el director de la EBD-CSIC, Eloy Revilla, ha manifestado que el hecho de que llueva en medio de una situación de sequía intensa es "siempre positivo", pero que "aún es pronto para valorar los efectos", porque estos "llevan tiempo verlos tanto en los acuíferos como en las lagunas", toda vez que ha subrayado en que "hay que esperar un poco más a que termine de llegar esa agua hasta la marisma y ver qué efecto puede tener en cuanto a superficies, por ejemplo", ha agregado.

De este modo, según los datos facilitados por la EBD, recogidos por la estación meteorológica del Palacio de Doñana, durante marzo han caído en el Parque Nacional 142,5 litros de agua procedentes de las últimas precipitaciones, de hecho, estas se concentran en la última semana, porque en estos días se han recogido alrededor de cien, siendo el pasado domingo cuando se acumuló el mayor número de litros en una única jornada, con un total de 35,4.

Al respecto, Revilla ha explicado que en Doñana "hay miles de lagunas, sobre todo temporales, y las hay de todo tipo", por lo que "habrá algunas que hayan cogido algo de agua con la propia precipitación, pero en la mayor parte se inundan, sobre todo, del agua que viene de abajo hacia arriba, no de arriba hacia abajo".

"Las que están en las zonas más bajas, y que tienen una vocación de ser permanentes, y el acuífero están en buen estado, esas ya han mejorado mucho. Por ejemplo, la laguna de Santa Olalla está en mucha mejor situación ahora. El resto es muy difícil hacer una predicción de cuál va a ser el estado dentro de unos meses, habrá que esperar a verlo. A la que sí que está entrando agua de manera importante es a la marisma, que sí que depende de la escorrentía y es mucho más directo el efecto", ha detallado.

En este sentido, ha subrayado que un proceso de sequía tienen "dos componentes", por un lado el "el coyuntural, que es el que se ve aliviado de manera importante con la lluvia", por ejemplo, "la mejora en el estado de la vegetación, que está muy seca, aunque el invierno ha sido bastante mejor que los anteriores", o "la reducción de la mortalidad de los árboles, aunque los que han muerto no los vamos a recuperar".

Por otro lado, está "el componente estructural", que tiene que ver con "un exceso de demanda de agua que hacemos con respecto a la disponibilidad a medio y largo plazo". "Ese no se ve aliviado por la lluvia de una semana y tiene que ver más con el cambio en los patrones de uso de agua que hacemos", ha agregado.

MARISMA DE EL ROCÍO

En otro orden de cosas, preguntado por las declaraciones realizadas desde el Ayuntamiento de Almonte advirtiendo del nivel de colmatación de la Marisma de El Rocío, Revilla ha indicado que "la marisma en sí es el resultado de un proceso de colmatación", es decir, "toda ella, no solo la de El Rocío, es un proceso que tiene cientos o miles de años, que tiene un efecto muy importante en la actividad humana".

"En esos 5.000 años que ha tenido el proceso de colmatación y degeneración de las marismas, y el hecho de que puntualmente hay algunas zonas dentro del Espacio Natural que tengan sedimento que entró con motivo de las riadas que hubo en los años 90, es una cuestión puntual que, además, tiene un componente también de valor económico o social, que es lo que permite que tenga agua más tiempo el frente de la Marisma en El Rocío y, por eso, es una zona que tiene mucho atractivo turístico", ha indicado.

Así, ha señalado que para reducir la entrada de sedimento "lo que habría que hacer no es retirar el sedimento dentro del Espacio Natural, sino restaurar aguas arriba" como "el efecto que tienen las escorrentías que generan los invernaderos, por ejemplo, y todos los arroyos y zonas de uso público, que son las que tendrían que tener una vegetación de ribera y estar en mejor estado". "Esa sería la actuación necesaria para mejorar tanto la calidad de agua como la cantidad de sedimento que entra en el espacio natural", ha comentado.

"Ya más a medio plazo, pensando en toda la marisma, la subida en nivel del mar está aquí, es una cosa que estamos viendo ya, y ha subido unos 30 o 40 centímetros, y va a seguir, se va a ir acelerando. El hecho de que haya más sedimento en determinadas zonas puede tener cierta ventaja en el medio plazo, en los próximos 50 o cien años va a ser relevante", ha concluido.

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