F.J.M., único acusado por el doble crimen de Almonte, llega a la Audiencia.
EUROPA PRESS/A.PÉREZ
Actualizado: lunes, 18 septiembre 2017 16:34

HUELVA 18 Sep. (EUROPA PRESS) -

R.G, exnovia de F.J.M., único acusado por el doble crimen de Almonte (Huelva), en el que el 27 de abril de 2013 murieron una menor de ocho años y su padre, ha asegurado este lunes que ese día lo vio salir del supermercado en el que trabajaba una vez concluido el turno de tarde, pasadas las 22,00 horas, cuando los investigadores acotan los hechos a unos diez minutos antes de esa hora.

Durante su declaración ante el tribunal del jurado en la octava sesión del juicio en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Huelva, la expareja del acusado ha indicado que lo vio salir, así como a Marianela Olmedo, expareja y madre de los fallecidos, que también trabajaba en ese supermercado.

Ha asegurado que recuerda con claridad ver salir a F.J.M y a Marianela Olmedo porque "para mí no era cómodo" debido a la relación amorosa que mantenían entre ellos. La exnovia de F.J.M., el acusado, el fallecido y la expareja de éste trabajaban en el mismo supermercado, por lo que los investigadores señalan al móvil pasional como causa de estos hechos.

En concreto, R.G., ha asegurado: "Lo vi sobre las 21,40 horas desde carnicería, donde estaba limpiando tras el cierre del establecimiento al público, y, posteriormente, saliendo junto al resto de compañeros una vez concluido su turno".

Hasta el momento, ella es la única trabajadora del supermercado que hizo turno esa tarde con el acusado que sostiene esto, ya que el resto ha asegurado que aunque sí lo vieron durante la tarde, no lo vieron o no recuerdan verlo abandonar la tienda con el grupo que salía.

Por su parte, la exnovia, que mantuvo una relación de diez años con el acusado, ha negado que fuera celoso o agresivo y lo ha definido como "un buen chico, tranquilo", incidiendo en que estuvo dos años intentando salvar la relación tras conocer la infidelidad pero finalmente terminó el noviazgo y en ese periodo había más discusiones pero "las provocaba yo", ha admitido la testigo, negando que en sus peleas éste diera cualquier golpe a mesas o paredes.

Esto se contradice con lo declarado ante la Guardia Civil en junio del 2014 y en sede judicial donde manifestó que las peleas entre ella y el acusado, antes de terminar la relación, eran "cada vez más frecuentes", llegando este, incluso, a veces, "a golpear las paredes". De hecho, se ha aportado como contradicción este testimonio al negar en sala este extremo.

Asimismo, R.G., ha asegurado que ese día entró a las 19,00 horas y que "salió de las últimas", siendo "el movimiento de gente sobre las 22,10 horas". Ha afirmado que al llegar a su casa sobre las 22,20 horas llamó a su madre, la cual le comentó que había visto llegar a F.J.M a su casa con el uniforme de trabajo.

Con respecto a Marianela Olmedo, ha señalado que tuvo con ella "muchos problemas", añadiendo que solicitó incluso un traslado en el trabajo para evitar coincidir porque "me provocaba; me buscaba mucho la boca", ha llegado a decir.

Por su parte, otra de las compañeras de trabajo del supermercado ha destacado que no recuerda si vio a F.J.M. y Marianela salir del establecimiento. Esta empleada ha remarcado que "nunca" ha visto al acusado en actitud violenta y que lo conoce "desde hace 30 años", por lo que ha sostenido que es "un buen compañero".

Ha comentado las tensiones entre Marianela y la expareja del acusado que se producían, como ha relatado, por las palabras de la primera, aunque ha admitido que nunca presenció conflicto alguno directamente sino que era lo que sabía "de oídas".

Ambas testigos han especificado que la puerta de descarga del supermercado no está controlada, pero han explicado que su uso no está permitido para los empleados y que no la usan.

En esta misma línea, se ha pronunciado otra compañera de trabajo que ha coincidido en que el acusado era "solidario" con los demás y tampoco recuerda si lo vio a la salida ese día. Ha confirmado que el acusado era de los empleados que tenían llave del establecimiento.

Por su parte, otro testigo de esta sesión matinal ha sido otra de las personas que ese día trabajó en el turno de tarde que ha indicado que coincidió con el acusado en la línea de cajas pero tampoco puede ubicarlo a la salida. Esta trabajadora ha comentado que F.J.M no podía ver sangre porque "se ponía blanco", así como ha rememorado una conversación que escuchó ese día entre Marianela Olmedo y otra compañera en la que hacían alusión a la fiesta de esa noche delante de la exnovia del acusado, lo que, a su juicio, haría sentir violenta a R.G, expareja del presunto autor.

Asimismo, otra empleada del supermercado ha contado un episodio vivido con Marianela Olmedo, la cual "la insultó" tras conocer que ésta había ido al cine con F.J.M. "Ella estaba dándose una oportunidad con M.A.D y solo fuimos al cine como compañeros, sin más intenciones", por lo que ha apuntado que ésta era "celosa". "No le soltaba vista", ha proseguido, antes de indicar que él no le daba a ella motivos para tener celos.

RETRASO AL COMIENZO DE LA SESIÓN

La sesión del juicio ha comenzado con una hora y media de retraso debido al incidente acontecido debido a que un miembro suplente del jurado popular ha presentado un parte médico en el que asegura que tiene "inteligencia limitada", y que por tanto no cuenta con la capacidad suficiente para formar parte del mismo.

Este acontecimiento ha tenido lugar ocho días después del comienzo del juicio, por lo que, tras la correspondiente deliberación, la magistrada que preside el tribunal ha decidido que se podía continuar. Antes del comienzo del juicio, los miembros del jurado pueden presentar sus alegaciones si tuvieran algún inconveniente o incompatibilidad para formar parte del mismo.

El jurado popular debe estar formado por un total de once personas, nueve titulares y dos suplentes. En concreto, en este juicio ya uno de los suplentes pasó a titular, de manera que esta persona que ha presentado este parte médico se ha mantenido, finalmente, como suplente.

Esta tarde continúa la sesión con la declaración de dos testigos, uno de ellos el hermano del fallecido, Aníbal Domínguez, que no estaba previsto como testigo pero al comienzo del mismo fue solicitado por la defensa, que ejerce los letrados Francisco Baena Bocanegra y Juan Ángel Rivera Zarandieta.

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