HUELVA 26 Jul. (EUROPA PRESS) -
La profesora de Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Huelva Rosa García Gutiérrez ha analizado este miércoles el perfil del poeta moguereño en su etapa del exilio, que le permitió "reencontrarse con la poesía latinoamericana, que tenía un tanto olvidada".
García Gutiérrez dirige el seminario 'Juan Ramón Jiménez y América: viajes y exilios' dentro de los cursos de verano de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) en La Rábida (Huelva), donde ha pronunciado la conferencia 'Juan Ramón Jiménez: la otra patria del exiliado', en la que ha destacado que, aunque el exilio se considera "una experiencia que deja cicatriz", en el caso de Juan Ramón Jiménez "no se ha considerado como desgarradora".
"Para él fue una etapa brutal pero muy completa", asegura esta experta, que sostiene que significó "un antes y un después en su persona y en su figura como poeta", aunque ha dejado claro que entiende el exilio de Juan Ramón "en términos de resiliencia y no de repulsa ni de nostalgia".
En su opinión, a lo largo de la década de los 30 "algo estaba cambiando en Juan Ramón" puesto que "se afanaba en recordar su pasado y no se volcaba en el presente" y su llegada a Cuba supone "un bálsamo y un antídoto para ese viciado ambiente literario de los años" más próximos a la Guerra Civil. "Allí lo reciben con los brazos abiertos y eso lo purifica y le devuelve al presente" gracias "al encuentro con jóvenes poetas cubanos como Eugenio Florit o Fina Marruz".
Según explica la docente, el exilio supondría "el reencuentro con la poesía latinoamericana que tenía un tanto olvidada" y "hacer del exilio una vida en poesía" que a juicio de García Gutiérrez, "fue lo que le permitió sobrevivir en esta etapa".
Asimismo, ha indicado que esta "lectura crítica de la literatura hispanoamericana no sería un asunto secundario" pues iría creando "una familia y una patria hispanoamericana de la que se sentiría parte" en contraposición a la "España política que nace en 1936 y de la que no se siente miembro".
Esta crítica se asienta en dos producciones, "los conocidos como 'espaldarazos', que servían para apoyar a jóvenes poetas" y por otra parte "las interpretaciones de la producción literaria" con los que perseguía "implicar y arrojar luz a los demás en un ejercicio de intervención social". Sus motivaciones críticas "responden siempre a corrientes literarias en los distintos países" y no a "intereses o mareas personales", ha asegurado.
Con el paso del tiempo "se va integrando en la cultura y en la comprensión hispanoamericana" desde "un prisma tanto social como literario". "Frente al españolismo claustrofóbico de los años 20, Juan Ramón se redescubre en América, la cual ve como una ideología de futuro, una utopía", ha concluido.