Actualizado: viernes, 24 marzo 2017 14:33

ZALAMEA LA REAL (HUELVA), 24 (EUROPA PRESS)

La Guardia Civil de Huelva investiga varios delitos de extorsión que consisten en la simulación mediante llamadas telefónicas de secuestros exprés falsos en la localidad de Zalamea la Real (Huelva).

Según ha informado el Instituto Armado en una nota de prensa, al parecer, los falsos secuestradores realizaban llamadas telefónicas haciendo creer al perjudicado que tenían retenido a un familiar cercano no siendo esto cierto.

En algunos de los casos, se hacían pasar por los propios familiares pidiendo auxilio y el falso secuestrador pedía que pagara una cantidad de dinero a cambio de la supuesta liberación. Las llamadas al parecer provienen de números pertenecientes a países extranjeros, iniciando los dígitos por '0056'.

Desde la Guardia Civil han indicado que en el caso de recibir llamadas telefónicas amenazadoras o extorsivas, en cualquiera de sus variantes, se deben adoptar una serie de normas básicas de actuación que permitan, por un lado, minimizar el impacto del delito sobre la víctima, y por otro, aportar a la Guardia Civil una información objetiva y lo más completa posible que permita la posterior identificación, detención y enjuiciamiento del delincuente.

La Guardia Civil ha precisado cinco normas básicas de actuación que deberían ser tenidas en cuenta por todo aquel que sufriera o creyera estar siendo víctima de este tipo de delitos. La primera de ellas es mantener en todo momento la calma y la serenidad, puesto que esto significa "control de la situación por nuestra parte".

La segunda de las recomendaciones es escuchar y dejar hablar al interlocutor, y en su caso, no dudar en cortar la comunicación. Resumir objetivamente toda la información y si es por escrito mejor, --hacer una especie de diario con la fecha y hora de la llamada, contenido detallado, y previsiones o citas futuras si las hubiere--.

Si fuera factible, el Instituto Armado aboga por grabar la conversación. Si no es así, intentar prestar atención a todo lo que nos dicen incluso tomando notas manuscritas.

En el caso de la persona se quede bloqueada o sin saber qué decir o contestar, instan a no dudar en cortar la comunicación de una forma creíble, como si la misma se hubiera interrumpido de forma sorpresiva e inesperada. Esto facilitará un tiempo extra para pensar y, en su caso, para verificar si la información que nos han facilitado es real o no, así como se puede aprovechar igualmente para comprobar de una forma rápida y a través de otro teléfono alternativo si nuestro familiar se encuentra sano y salvo.

Al terminar la comunicación, inciden en la importancia de escribir inmediatamente todo lo que se recuerde: número origen da la llamada, contenido del mensaje, datos sobre el interlocutor tales como nombre, acento, expresiones utilizadas por el mismo, ruidos ambientales si los hubiera, y cualquier otro dato que se considerara de interés.

No facilitar nunca datos personales, familiares, direcciones o formas de contactos relativos a nuestros familiares o seres queridos es la tercera de las normas ya que, por lo general las llamadas extorsivas vinculadas a los secuestros virtuales suelen ser efectuadas de modo sistemático y aleatorio, motivo por el que los delincuentes carecen de información detallada sobre sus víctimas.

Sin embargo, en ocasiones los delincuentes simularán estar en compañía de la víctima a la que suplantara otro delincuente emitiendo lloros y gemidos que no tienen otro objeto obtener datos tales como el nombre del hijo, cónyuge, etc, del interlocutor que está siendo objeto del delito.

Como precauciones previas, aconsejan huir de encuestas y aportaciones de datos personales y de contacto realizadas por personas de las que desconocemos sus intenciones reales, aunque el gancho utilizado para dicha obtención nos parezca totalmente legítimo. Controlar los datos aportados o volcados en las redes sociales de las que formamos parte. Tener presente que en las mismas existe la posibilidad de bloquear su acceso a este tipo de datos.

No efectuar nunca por nuestra cuenta pagos monetarios o entregas de efectos de valor y dejarse asesorar por especialistas de la Guardia Civil se convierte en otra recomendación. Destacan que el objetivo prioritario del delincuente será siempre atemorizar a su víctima de tal forma que no solo pague cuanto le piden, sino que además lo haga lo más pronto posible, sin presencia policial y con la voluntad de su víctima anulada.

Por último, remarcan que hay que tener en cuenta que en pago rápido de dinero, aún en el caso de un secuestro real, no garantiza el retorno de la víctima, y mucho menos nos garantiza que no nos vuelvan a solicitar un nuevo pago. Y animan "siempre" a denunciar los hechos en el cuartel de la Guardia Civil más cercano, aunque se haya detectado el engaño, ayudando de este modo a que otras personas no pasen por su situación, o bien, ante cualquier tipo de duda llamar a la sala de Coordinación de la Guardia Civil 062.

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