SEVILLA 29 May. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, José Fiscal, ha hecho un llamamiento al Gobierno de la Nación para que no se "cierre en falso" el problema de las balsas de fosfoyesos de Huelva, a cuyo proyecto de clausura, por parte de la empresa Fertiberia, ha presentado alegaciones al considerar el mismo "insuficiente y manifiestamente mejorable".
El Estado, a su juicio, debe ser "sensible" con esta cuestión por tratarse de "un problema importante y un conflicto histórico" en el que la práctica unanimidad de la sociedad, no sólo ciudadanos sino también científicos, "tienen un consenso práctico en que el proyecto no vale", ha precisado en el seno de la Comisión de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio del Parlamento andaluz, en una comparecencia a petición del Grupo Socialista.
Fiscal ha aclarado que en la argumentación de las alegaciones se expone el criterio de la administración autonómica sobre el Estudio de Impacto Ambiental elaborado y sobre el proyecto de clausura presentado por la empresa, declarados como idóneos por la Administración General del Estado.
El consejero ha explicado que para la elaboración de las alegaciones se ha partido de los distintos pronunciamientos de la Audiencia Nacional sobre la caducidad de la concesión administrativa otorgada en su día a Fertiberia, para la deposición de fosfoyesos en la zona de dominio público maritítimo-terrestre. No en vano, este órgano judicial fijaba en el Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente la competencia para la determinación, dirección, seguimiento y control de los trabajos necesarios para la regeneración de los terrenos de dominio público marítimo-terrestre ocupados por las balsas de fosfoyesos, mientras que la Junta de Andalucía es la encargada de tramitar y resolver la Autorización Ambiental Integrada.
En el transcurso de su intervención, Fiscal ha explicado que el Estudio de Impacto Ambiental no resuelve el seguimiento adecuado de la gestión de las aguas hasta su eliminación del sistema por evaporación, sin posibilidad de afección al medio receptor. En este sentido, la Junta propone incluir en el proyecto las zonas 4 y 5 de las balsas a todos los efectos. Para el consejero no existe ninguna justificación, material o documental que avale que la zona 4 está clausurada y restaurada, tal y como afirma la empresa, y que en la zona 5 no se haya realizado ningún estudio que determine su grado de contaminación y se considere como marisma natural. Igualmente propone ampliar este estudio a los suelos de las áreas aledañas a los depósitos de fosfoyesos.
NO SE TIENEN EN CUENTA LOS 'FOSFOYESOS NEGROS'
Respecto a la valoración de riesgos, el proyecto de Fertiberia considera solo objeto de protección la salud de las personas, excluyendo la conservación de los ecosistemas y sin tener en cuenta la posible contaminación de acuíferos. Para la Junta, la protección ante los riesgos geológicos es asimismo insuficiente, en parte porque la escollera de protección planteada es solo testimonial.
En este sentido, el consejero ha avanzado que el estudio de Fertiberia tampoco incluye las amenazas derivadas del cambio climático como la subida del nivel medio del mar, la alteración del régimen de precipitaciones y del oleaje o su repercusión sobre la inundabilidad. Igualmente, ha olvidado temas como los vertidos de Acerinox o la posible presencia en otros puntos de los 'fosfoyesos negros'. No obstante, la valoración técnica sobre el tratamiento dado a este tipo de fosfoyesos y el plan de seguimiento y control debe realizarlos el Consejo de Seguridad Nuclear, organismo competente en la materia.
Entre las objeciones presentadas en el apartado de vigilancia y control, Fiscal ha asegurado que sería deseable que durante la ejecución del proyecto se amplíen los parámetros a revisar en los controles de calidad del aire. También ha señalado que no hay un seguimiento adecuado de la estanqueidad del encapsulado, ni durante la clausura ni en la etapa posterior a ella.
El titular autonómico de Medio Ambiente ha recordado que el área donde se sitúan las balsas de fosfoyesos era casi en su totalidad marismas, encontrándose en la zona de inundabilidad del río Tinto y de dos de sus afluentes, Estero del Rincón y Arroyo de Menaja. Por tanto, cualquier actuación que se realice en la zona inudundable deberá cumplir con las limitaciones de uso establecidas en el Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica del Tinto-Odiel-Piedras.
De otro lado, el consejero ha explicado que en el informe de la Junta se aclara que junto al entorno de la actuación existen cuatro espacios incluidos en la Red Natura 2000 y otros cuatro enclaves incluidos en la Ley 2/1989 que aprueba el inventario de espacios naturales protegidos. A ello hay que añadir el interés que tienen los alrededores de esta zona para la conservación de las aves, entre las que destacan el águila pescadora, el aguilucho pálido o el aguilucho cenizo.