Obispo destaca "el gran don" del Papa Francisco al utilizar "siempre gestos y palabras" que acercan al Evangelio

HUELVA 22 Abr. (EUROPA PRESS) -

El obispo de Huelva, José Vilaplana, ha destacado "el gran don" que tiene el Papa Francisco y "el gran acierto" que está teniendo en su Pontificado al utilizar "siempre los gestos y palabras que hacen más cercano el Evangelio".

En una entrevista concedida a Europa Press, el obispo ha precisado que cree que "en cada momento Dios da a la Iglesia el papa que necesita", no obstante, ha remarcado que ha conocido de cerca a los últimos Papas y le han parecido "unas personas de una calidad cristina y humana extraordinaria".

"Cuando estuve en Roma un año estudiando y analicé el evangelio del Papa Pablo VI, me entró una gratitud tan grande que salté de la mesa del colegio donde estudiaba y me fui corriendo a su tumba a darles las gracias por este documento tan luminoso", ha asegurado José Vilaplana.

Y ahora, según continúa, "necesitábamos un Papa que comunicara de manera cercana el Evangelio y el Papa Francisco ha recibido ese don, esa gracia y esa cercanía, que siempre utiliza los gestos oportunos y un lenguaje fresco".

Precisamente, el Papa Francisco aparece por quinta vez en la lista de las cien personalidades más influyentes del mundo que publica cada año la revista 'Time'.

Así, el Pontífice pertenece a este listado desde que accedió al Pontificado en el año 2013 y ha seguido dentro de del mismo en los años siguientes, al igual que en los resultados de 2017, que acaba de publicar la revista estadounidense.

En esta ocasión, la reseña sobre Jorge María Bergoglio corre a cargo del arzobispo de Chicago Blase Cupich, a quien el Papa creó cardenal en 2016. "¿Quién es Jorge Mario Bergoglio? Francisco nos dijo en su primera entrevista después de ser elegido Papa: 'Soy un pecador'", asegura, al tiempo que recuerda que antes de escuchar confesiones en la Basílica de San Pedro, se arrodilla también en confesión, porque no se puede acompañar a un mundo sufriente sin reconocer las propias faltas.