HUELVA, 12 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los dos vecinos que iban a caballo y con los que se cruzó el único acusado, F.J.M., del doble crimen de Almonte (Huelva), --en el que murieron un padre y su hija de ocho años en abril de 2013--, lo sitúan fuera de su lugar de trabajo el día de los hechos en la calle Feria cuando aún había luz solar, lo que contradice la versión dada por F.J.M., que dijo que estuvo trabajando hasta las 22,05 horas y fue después de ese periodo temporal cuando se encontró con estos dos vecinos.
Durante su declaración, en la cuarta sesión del juicio ante un jurado popular en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Huelva, ambos testigos han asegurado que vieron al acusado en su vehículo particular con luz solar, así como el primero de ellos ha apuntado que se acuerda que fue antes de las 21,00 horas cuando vio al acusado porque había quedado a esa hora para vender un caballo en su solar y se dirigía al mismo para cerrar el trato.
Asimismo, ha indicado que vio al acusado entre las 20,00 y 20,25 horas y ambos han afirmado que F.J.M. iba en su coche y fue él el que se dirigió a ellos y se percataron de su presencia. De hecho, ambos han indicado que el acusado les comentó "anda que no vais a coger nada".
Este testigo, M.A.R.R., ha dejado claro que el presunto autor iba en su vehículo ese día porque conoce el coche ya que, al ser chapista, se lo había arreglado en otras ocasiones. No obstante, ninguno de estos dos testigos han podido precisar la dirección que tomó F.J.M., después de hablar con ellos, ni la ropa que llevaba puesta, al tiempo que han remarcado que no volvieron a verlo en toda la noche.
Este mismo testigo ha comentado que Marianela Olmedo, --mujer y madre de los fallecidos en el doble crimen y que mantenía simultáneamente una relación sentimental con el único acusado por los hechos--, "cambió de vestimenta" a partir de su relación con F.J.M.
Ha agregado que conocía al acusado porque eran vecinos y que era conocedor de su relación con Marianela Olmedo, la cual era amiga de su esposa y le contaba a ésta sus desencuentros con F.J.M. "Lloró en mi casa muchas veces" por sus relaciones con el acusado, ha proseguido este testigo.
Así, ha insistido en que iba a caballo con el otro testigo, M.A.V.M., pero después de ver a F.J.M., pone rumbo solo a su solar para proceder a la venta de su caballo y después en un bar sobre la medianoche es cuando ve de nuevo a M.A.V.M., pero no al acusado.
M.A.V.M., el cual era amigo del fallecido y al que ha calificado de una persona "extraordinaria", ha apuntado que sólo conocía "de oídas" la relación entre Marianela y F.J.M., incidiendo en que al fallecido, Miguel Ángel Domínguez, "no le conocía enemigos".
"AÚN HABÍA LUZ SOLAR"
En esta sesión del juicio, también han prestado declaración como testigos el comprador del caballo de M.A.R.R., su hermano y el corredor que puso en contacto a las partes, coincidiendo todos en que cuando llegaron al solar para cerrar la venta aún había luz solar y que el comprador y su hermano llegaron más tarde a la cita, --fijada a las 21,00--, y que por su parte, M.A.R.R. y el corredor, lo hicieron antes, llegando incluso a llamarles para indicarles que les estaban esperando.
Los cuatro, aún con luz solar pero al ver que faltaba poco para que cayera la noche, no salieron al campo sino que se van por el pueblo para probar el animal y se dirigieron a un bar de Almonte. El vendedor y el comprador van a caballo y el hermano de éste último y el corredor se van juntos en coche y ninguno vio a F.J.M.
De hecho, preguntado por la defensa por si vio a F.J.M, el comprador del caballo ha indicado que cree que no lo vio saludar a M.A.R.R y "si lo vio, no lo recuerdo, porque no lo conozco", ha dicho. Todos han indicado que no lo vieron ni por el camino ni en el bar.
"ERA UNA RELACIÓN TÓXICA"
En otro orden de cosas, este martes ha declarado también la hermana de Marianela Olmedo, quien ha enfatizado en el buen carácter del fallecido, en la cordialidad con la que, incluso una vez separados, trataban los temas los dos porque "la prioridad era la niña". "A Miguel Ángel lo consideraba un hermano", ha dicho, destacando que le aconsejaba a su hermana que no lo dejara porque formaban una familia "maravillosa".
Ha comentado que Marianela pasó de ser una persona "temperamental, con carácter y presumida" a estar "sin arreglar, sin querer salir, con el carácter agrio y controlada", una vez comienza su relación con el acusado. "Era un maltrato psicológico", ha proseguido.
A F.J.M., ha dicho que lo conoce más cuando ella comienza también a trabajar en el mismo supermercado, donde trabajaba la víctima, su hermana y la expareja del acusado, la cual en una ocasión llamó "burraca y puta" a su hermana en público. Su expareja, Miguel Ángel Domínguez, interfirió y comunicó este incidente al responsable del supermercado, según ha relatado esta testigo.
Después de recordar "las idas y venidas" en el matrimonio entre Miguel Ángel y su hermana, ha definido como "tóxica" la relación de Marianela con F.J.M, el cual tenía celos y después del fallecimiento, "desaparecieron". "Después de eso, no hay celos ni acoso telefónico", ha continuado, señalando incluso que "le prohibía el Whatsapp".
La tía de la menor fallecida ha apuntado que el acusado fue el que la llamó dos días después de los hechos para alertarle de que había mucha gente en la casa de su hermana, que llamara su madre y que después le llamase a él de nuevo. "Insistió mucho en eso", ha comentado.
En este punto, ha narrado que su hermana estuvo en "shock" tras los hechos, que estuvo en tratamiento y con diversas terapias para recordar aspectos de esos días, haciendo hincapié en que todo esto supone "la muerta en vida; sobrevivimos".
En esta línea, ha comentado que el acusado hasta el momento de su detención, poco más de un año después de los hechos, estuvo al lado de su hermana, a la par que ha rememorado que su hermana y ella presenciaron un enfrentamiento en un bar entre el acusado y el padre del fallecido, al que "agarró del cuello" y después de eso: "se tomó un zumo como si nada; tan tranquilo". A preguntas de la defensa, ha respondido que no fue testigo de escenas entre su hermana y F.J.M, pero sí que le cuadraba por las cosas que le contaba la postura de ésta y el cambio en su carácter y comportamiento.
Finalmente, Antonio Domínguez, padre y abuelo de los fallecidos, ha dicho que no le parecía bien que su nuera simultaneara la relación con su hijo y otro hombre, al tiempo que, cuestionado por la defensa por si alguna vez presentaron una denuncia por el trato de Marianela a su hijo o si la niña les contó algo de esos malos gestos y palabras a su padre, ha negado ambos términos. "Nunca, la niña no dijo nunca eso, ni nosotros denunciamos nada", ha enfatizado, recordando que se enteró del fallecimiento cuando estaba en su campo montado en un tractor y le dijeron que "su hijo había matado a su nieta", por lo que se cayó y requirió atención médica.
El padre ha recordado emocionado lo "bueno" que era su hijo, la relación que tenía éste con su hija y lo unido que estaba con su nieta, aspecto que también ha enfatizado su tía, que ha subrayado que "adoraba" a su sobrina.