HUELVA 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Diputación de Huelva, David Toscano, ha señalado que espera que el Muelle de las Carabelas pueda reabrir sus puertas al público a mitad de julio tras repararse completamente los efectos que provocaron en esta infraestructura la borrasca Bernal en octubre de 2023, uno de los "peores momentos" que ha vivido en su primer año como presidente de la institución provincial que fue "tremendamente complicada".
Así lo ha manifestado en una entrevista concedida a Europa Press, cuestionado por los peores momentos vividos y los miedos que tiene al frente de la Diputación, donde ha indicado que la borrasca Bernal "fue muy complicada, porque aparte de los enormes destrozos que nos hizo en muchas infraestructuras, sobre todo en el Muelle de las Carabelas donde, entre otros desastres, se partieron los mástiles de los barcos, fue muy complicado para muchos ayuntamientos, que lo pasaron muy mal y que no sabían por dónde tirar". "Nosotros ayudamos en lo que podíamos, pero esa borrasca fue tremendamente complicada".
Con respecto al Muelle de las Carabelas, Toscano ha explicado que espera que su reapertura se pueda producir en la segunda quincena de julio, toda vez que ha explicado que "el problema es que la inversión para reponer los mástiles es muy alta y hay que sacarlo a concurso porque "la administración es muy garantista, que es algo muy bueno, pero que ralentiza mucho".
"Entonces, sabemos que se hace todo muy bien, pero se hace todo muy lento porque cumplen muchos plazos. Y espero que en julio, en la segunda quincena, pueda volver a abrir sus puertas al público".
Tras el paso de la borrasca Bernal, la Diputación cifró en "millonarias" las pérdidas que se produjeron al producirse "graves y cuantiosos daños" y el Muelle de las Carabelas presentaba un aspecto "desolador". Allí se vieron afectadas las tres naves, La Pinta, con los mástiles trinquete y bauprés rotos y palo mayor desplazado; La Santa María, que necesitaba cambiar el trinquete y la mesana por riesgo de colapso, además de los elementos de ambientación afectados, y La Niña, con el palo mayor desplazado.
En la zona interior del Muelle se rompieron varios cuadros, ventanas y metacrilatos de la cubierta. Varias zonas de la sala de exposiciones se inundaron. En la zona de la dársena todas las pérgolas se vieron afectadas, además de rotura de ventana elementos de ambientación, gradas de la zona del bar y cartelería afectadas. Los graves daños que sufrió el llevaron a la Diputación a tomar la decisión de cerrar durante unos meses para poder llevar a cabo las reparaciones y por la seguridad de trabajadores y visitantes.
Asimismo, se vio afectado el entorno del Monasterio de La Rábida, con diferentes daños como la caída de numerosos árboles, así como el Parque Botánico Celestino Mutis, y numerosas carreteras de las provincia y obras del Plan Edusi se vieron también afectadas. Lo peor, fue lamentar el fallecimiento de un vecino de Trigueros al volcar el vehículo en el que viajaba por un desprendimiento de un muro. Fueron decenas las incidencias que tuvieron que atender por toda la provincia desde el Consorcio de Bomberos y el Servicio de Carreteras y Caminos.
De otro lado, Toscano ha admitido que uno de sus grandes miedos son los incendios. "Nos pone siempre en tensión cuando vemos una columna de humo, ya nos pasó el año pasado y este, que llevamos poco tiempo y ya hemos visto tres columnas de humo, me pone muy nervioso y dices, Dios mío, que se apague pronto".
"Tenemos una provincia que es una maravilla, que tiene un tercio de su territorio protegido, pero es muy frágil que un incendio pueda extenderse y es muy fácil perder nuestro medio y patrimonio y eso es lo que más miedo nos da", ha enfatizado.