MÁLAGA 15 May. (EUROPA PRESS) -
La mujer de 85 años, acusada de asesinar a su marido de 82 años, que estaba enfermo y casi no se podía mover, al que, supuestamente, dio hasta 14 muletazos, ha negado este lunes los hechos y ha asegurado que se lo encontró en el suelo sangrando por la cabeza. "Yo no le di golpes con la muleta", ha declarado, apuntando también: "no me acuerdo que haya pasado eso".
Un jurado popular juzga desde este lunes a esta anciana, para la que la Fiscalía solicita en su escrito inicial prisión permanente revisable al acusarla de un delito de asesinato; mientras que la defensa sostiene que no fue ella y que alguien extraño pudo entrar en la vivienda, ubicada en la localidad malagueña de Rincón de la Victoria, donde ocurrieron los hechos el 21 de julio de 2015.
Según la acusación, la víctima sufría cáncer de pulmón con metástasis que le hacía tener "una movilidad muy reducida". Ese día, sostiene, tras irse los familiares, la mujer fue donde estaba su marido, que descansaba en un sofá, y "de improviso, aprovechando el estado de desvalimiento, que le impedía cualquier defensa efectiva, le propinó hasta 14 golpes" con una muleta, causándole severos traumatismos que le provocaron la muerte poco después en el hospital.
La acusada ha señalado que la relación con su marido tenía "las cosas de los matrimonios, unas veces peleas y otras no", pero ha asegurado que las discusiones no eran graves, sino que él la quería "mucho" y ella a él. Ha indicado que era "muy bueno", pero desde que estaba enfermo "era pesado", la llamaba muchas veces y "decía tonterías". "Tenía la cabeza perdida", ha apuntado, aunque ha dicho que no le molestaba y que le cuidó "hasta el último minuto".
Ha relatado que ese día, la llamó, pero ella no fue en ese momento, sino al rato. Cuando llegó donde estaba el hombre, lo vio "en el suelo tirado y echando sangre por la cabeza". Entonces, se dio cuenta de que tenía una pierna retorcida y se la colocó bien, tras lo que fue a la calle a pedir ayuda porque no sabía el teléfono de la ambulancia. Allí encontró a unos muchachos a los que dijo que llamaran, asegurando que salió "con pena".
"No, no le di golpes con la muleta, solo le toqué cuando le puse bien la pierna", ha aseverado la mujer, apuntando que ella estaba sentada en la puerta "al fresquito" cuando le llamó y que a veces se quedaba dormida. Al respecto, ha declarado que no sabe quién pudo hacerle eso a su marido "porque no lo vi", pero ha señalado que piensa que "alguien pudo entrar a robar", aunque no se llevó el dinero que el hombre tenía para sus hijos; "a mí no me dejó ni una 'chica'".
La acusación pública sostiene que la mujer, antes pedir ayuda, "ocultó y limpió la muleta". Ella ha negado esto, así como que se cambiara de ropa antes de salir a la calle. Para el fiscal, se trata de un delito de asesinato, solicitando provisionalmente en el escrito de acusación presentado en su momento, la prisión permanente revisable, pena incluida en la última reforma del Código Penal para los delitos más graves.
No obstante, el fiscal ha explicado a los miembros del jurado que se prevén mecanismos para que personas enfermas o de edad avanzada y que no representen un peligro puedan acceder a la libertad condicional antes sin tener que esperar a determinados requisitos como haber cumplido cierta cantidad de pena. El juicio continuará este martes con testigos.