MÁLAGA 16 May. (EUROPA PRESS) -
El actor Antonio Banderas ha informado a través de una carta de que ha decidido abandonar su proyecto previsto para los antiguos cines Astoria y Victoria, tras ganar el concurso de ideas junto con el arquitecto José Seguí, debido a "los insultos, las descalificaciones, y el trato humillante" recibido.
En una carta, adelantada en Diario 'SUR', el actor ha asegurado que "no resulta fácil" escribirla, añadiendo que "he reflexionado sobre lo que en ella expongo y he tratado de tomar una decisión consecuente y seria".
En este sentido, ha recordado que hace bastante tiempo le rondaba la idea de lanzarse a un proyecto cultural en Málaga y "creo que es una idea no carente de lógica, pues esta es la ciudad que me vio nacer, en ella desarrollé mis estudios de Arte Dramático y aquí fue donde comencé mi actividad teatral hace aproximadamente 40 años".
El actor ha asegurado que tras "considerar y estudiar" diversas vías para desarrollar un proyecto, que inicialmente estaba destinado a la actividad teatral, llegó hasta él, a través de José Seguí, la información de que el Ayuntamiento iba a plantear un concurso de ideas tratando de encontrar una solución definitiva al edificio de los que fueron los cines Astoria y Victoria, recordando, además, que ya hubo un primer "intento frustrado" en el que ambos estaban "envueltos y que una serie de circunstancias, que no vienen al caso, me hicieron abandonar".
Así, ha incidido en que tras tomar la decisión de presentarse, se dieron cuenta que "le faltaba una pata", apostando para "un tercer socio que fuese capaz de garantizar una gestión y una organización modélica" y que "tuviese el coraje, la capacidad y los medios para llevar a buen puerto esta iniciativa", en referencia a Starlite con Sandra García Sanjuán e Ignacio Marluquer.
Para Banderas, "la ilusión era tan fuerte que superaba con mucho las dificultades, los esfuerzos y los sinsabores propios de embarcarse en un proyecto de estas características". Además, ha asegurado que "por tratarse de Málaga me planteé desde el principio no escatimar y apostar fuerte por convertir la idea en algo grande que comenzase satisficiendo a mis paisanos para más tarde conseguir traspasar las fronteras de nuestra ciudad y proyectarse a nivel nacional e internacional".
"NUNCA PASÓ POR MI CABEZA QUE EL PROYECTO FUESE RENTABLE"
En este sentido, ha afirmado que "había que poner toda la carne en el asador". Asimismo, el actor malagueño ha señalado que "nunca pasó por mi cabeza la idea de que este proyecto fuese rentable para mí", añadiendo que "la idea era más bien la contraria".
En la misiva, asegura que "aquí venía a gastármelo --el dinero--. Gastármelo en el importante desembolso económico que había que hacer". No obstante, ha añadido que "la aportación más importante que yo podría realizar no era la económica", ya que "casi 40 años como profesional del cine, y el hecho de haber realizado la mayor parte de mi labor artística en Hollywood me han proporcionado un buen número de importantes relaciones personales que naturalmente pondría a disposición de esta idea ambiciosa y eso sí podría haber marcado un factor diferencial para dotar a todo el proyecto del prestigio, la profundidad y el brillo necesario para hacer 'ruido' en el mundo de la cultura, un 'ruido' que se oiría lejos".
Además, ha incidido, "no solo se contaría con personas sino que trataríamos de echar las redes a instituciones como el Actor's Studio, las escuelas de interpretación de Stella Adler de Los Ángeles, el Roundabout Theatre de Nueva York, etcétera".
CONCURSO
En este punto, ha recordado que tras haber ganado el concurso de ideas, no vinculante, al que se presentaron 72 participantes, y haber obtenido un segundo lugar en la votación popular que se llevó a cabo a través de las redes sociales, "nos dimos cuenta casi de inmediato de que no existía el ambiente adecuado para seguir compitiendo por la concesión".
"Queríamos competir y ganar porque creímos tener el mejor proyecto para la ciudad. Nunca perdimos el respeto a nuestros 'rivales'. Nos someteríamos deportivamente a la decisión final a la que se llegase por parte de quienes hubiesen de tomarla", ha asegurado.
Pero, ha continuado, "los coros de voces que comenzaron a alzarse contra nuestro proyecto, dentro y fuera de los ambientes políticos locales, que además no se detenían en la crítica al mismo, sino que se extendían a la sorna, el cachondeo y por qué no decirlo, la mala leche, me hicieron comenzar a reflexionar sobre si realmente valía la pena arriesgar tanto, enfangarse tanto, y exponerse tanto".
Por ello, ha relatado que habló con sus compañeros y "no entendían lo que estaba pasando, no entendían los insultos, las descalificaciones, el trato humillante", por lo que "también ellos reflexionaron y todos juntos llegamos de forma clara a la misma conclusión: Había que salir de ahí, había que salir y buscar un mejor lugar (...) para este desafío, un mejor sitio en el que sudar por ofrecer nuestras ideas a Málaga, un rincón en el que no huela a corralón y podamos construir algo interesante".
Por último, Banderas ha esperado que "esta decisión limpie el concurso de la intoxicación en la que parece ser me he convertido", asegurado que "seguiré buscado la posibilidad de integrarme en el movimiento cultural tan esperanzador que está teniendo lugar en nuestra querida ciudad", pero "lo haré desde el ámbito absolutamente privado, porque visto lo visto he de reconocer que el tema público da miedo".
"Ahí se mezclan unos intereses que no favorecen ni la gestión, ni la administración, ni la creación en libertad, y uno quiere eso, crear, trabajar y arriesgar a tope si se siente mínimamente apoyado, si esto no es así se hace muy complicado, muy difícil. No quiero convertirme en un nuevo Moneo en mi propia casa", ha reconocido.